Diez grandes empresas se disputan el mayor contrato de Emacsa en Córdoba

Emacsa ha sufrido no pocos dolores de cabeza por el pliego de condiciones, que es el documento que regula las bases por las que se adjudica el contrato. Una de las empresas interesadas visitó a todos los grupos políticos con el objetivo de advertir que algunas de las condiciones del contrato tenían truco. Por ejemplo, la empresa pública exigía que la sede operativa de su contratista estuviese a dos kilómetros o menos de la sede de Emacsa, que se encuentra en el Vial Norte. Se trataban, coinciden todas las fuentes, de un artículo trampa . Solo una empresa, por muy buena oferta que hubiese hecho, podía superar esas condiciones. En concreto, Magtel , que es la única que tiene unas instalaciones en un radio de acción tan concreto.

La gerente de Emacsa, Claudia Zafra, decidió cambiar el pliego sobre la marcha cuando los grupos de la oposición ya iban con la escopeta cargada pidiendo responsabilidades. Del pliego de condiciones desaparecieron los elementos que podían condicionar el resultado más allá de aspectos económicos y técnicos.

En realidad, lo que se busca no es un número de obras concretas sino elegir el servicio de obras de la empresa municipal. Durante muchos años, fue la cooperativa (luego mercantil) Acsur quien se hizo cargo de este contrato . Aquella empresa salió de una protesta de trabajadores de ACSA, del grupo Aguas de Barcelona, que era la que había llevado hasta ese momento los trabajos.

Según la documentación del contrato, que es pública, se han presentado la mayor parte de las grandes empresas habituales en este tipo de contratos. La oferta más baja, con un gran descuento sobre el precio de origen, corresponde a la presentada conjuntamente por Licuas y Elecnor por 7,2 millones.