PRETÉRITO IMPERFECTO

Covap, alma y mente

El equilibrio diario entre su alma de cooperativa y la mente de empresa pueda tener la culpa de los actuales logros de Covap

El presidente de Covap, Ricardo Delgado Vizcaíno V. MERINO

31/03/2019 a las 09:09h.

Como las grandes obras, todo comienza en lo sencillo. Hace más de sesenta años , Covap nació en una camioneta cargada de pienso animal . Hoy mira al mercado global para seguir alimentando su sueño, aquel sueño de un ... puñado de ganaderos y un visionario llamado Ricardo Delgado Vizcaíno . La Cooperativa del Valle de los Pedroches es un bastión económico para toda una comarca entera que abarca no sólo la corona norte de nuestra provincia, sino que descansa en otros valles como los de la Serena y la Alcudia . Y a la par, es un modelo que sigue a estudio de un cooperativismo moderno con trazas de empresa que intenta sumar lo bueno de cada patrón, sin perder su esencia, para seguir navegando en un mercado cada vez más exigente. Cumple 60 años siendo un líder agroindustrial andaluz y español . Cuenta con más de quince mil socios en una trama ganadera minifundista que aún realza más su corpus de propiedad e identidad. Emplea de manera directa a 800 personas en su zona de arraigo -calculen cuántas más de forma indirecta- y factura un volumen de negocio de 465 millones de euros tras una producción global de leche, piensos y productos cárnicos ibéricos que ronda el millón de toneladas anual.

Covap, pues, es alma de cooperativa y mente empresaria , y ahí, probablemente, radique su éxito y el recorrido que aún le queda o que, por lo menos, proyectan sus intenciones y su números. Y en ello ha tenido muchísimo que ver la personalidad de su actual presidente Ricardo Delgado Vizcaíno hijo, quien aterrizó en el cargo tras un sofocado intento de transformación mercantil . Un caballero, en el sentido estricto y contemporáneo que alcanza ya esa palabra, capaz de trasladar su mesura al ejercicio diario de equilibrio que debe gobernar esa dualidad que es Covap: alma de cooperativa y mente de empresa. Un doble carácter que, me da la impresión, que se hace imprescindible para ambas partes y necesario para ir fijando metas. «Alianzas comerciales, sí, pero con sentido y mirando al socio» , suele decir Ricardo Delgado. Tamaño, posición, negociación, mercado..., pero sin dejar de vigilar al pequeño ganadero y sus vacas, la salud de ambos, la mejora de su rendimiento, sus costes y sus ganancias.

La innovación va copando terreno y apuesta en los planes de la cooperativa vallesana, y en apenas tres años, se han invertido más de 30 millones de euros en la mejora de los centros cárnicos y de producción láctea y de alimentación . Su «matrimonio», como suele decir su presidente, con Mercadona , que abarca especialmente el apartado lácteo con acuerdos de calado en Galicia, Castilla y León y Cataluña ; y su materia prima en unos lineales que subrayan cada vez más la calidad y lo saludable por parte de los consumidores y las pautas sanitarias aún hacen más determinante esta línea estratégica. Pero aún, así, su vocación social no se aparta de esta singladura tecnológica y su ritmo más creciente. No sólo por su responsabilidad sobre el terreno que pisa, o como antídoto despoblacional , si me apuran, y mascarón antropológico de quienes habitan esa belleza serena de paisaje y forjan un talante rocoso, sino como agente tutor de sus propios socios , por donde empieza el milagro que puede acabar en Estados Unidos, Japón o Reino Unido .

El camino presente de Covap se agranda a lo ancho y se pierde en el horizonte , y aunque dan ganas de salir corriendo para abarcarlo cuanto antes, más vale seguir al trotecillo de un ternero, sin prisa, pero sin pausa.