Córdoba debe apostar por su Casco

El colapso esta semana de una parte de la antigua muralla que recorre la acera derecha de la calle San Fernando y su caída sobre un solar y la calzada, afortunadamente sin víctimas, vuelve a poner sobre el tapete profundos problemas del casco histórico . Un casco histórico de Córdoba, menos habitado que hace 25 años, cuando una importante porción fue declarada Patrimonio de la Humanidad , pero que continúa siendo símbolo de la ciudad y fuente potencial de riqueza y empleo para Córdoba.

La dolorosa imagen de numerosos solares y casas abandonadas, cada vez mayor, tiene un culpable claro: la Gerencia de Urbanismo . En Córdoba resulta más fácil, rápido y rentable construir una casa ilegal y sin papeles en las parcelas del extrarradio , que obtener una licencia para edificar o reformar un inmueble en el casco histórico. Desde hace décadas (excluyo al actual Gobierno municipal porque aún no ha tenido tiempo) los sucesivos dirigentes políticos han claudicado ante un significativo puñado de trabajadores de Urbanismo más dados a la molicie, a la vanidad y a la interpretación inflexible de la norma, que al servicio al ciudadano y a la ciudad.

Si además han coincidido con la izquierda utópica mandando en la ciudad, la tormenta ha sido perfecta. La aversión de esa izquierda a todo lo que huela a empresario ha impedido nacer en el casco más negocios. Viví cerca de la Mezquita-Catedral hasta 1993 y cuando me fui la zona estaba deprimida, solitaria e insegura. Al retornar en 2010 me la encontré animada, llena de vida y segura. En lo último ha tenido mucho que ver el eficaz trabajo policial y en lo primero los empresarios que contra viento y marea han apostado por ubicarse allí. Y todavía hay quien va contra ellos. Junto a este gran problema persisten desde hace décadas otros dos: el tráfico y los aparcamientos. Los anteriores gobiernos municipales pusieron todas las trabas posibles para el acceso en coche, hasta el punto de que si un residente no va en su vehículo debe solicitar un permiso por escrito para acceder en automóvil a su domicilio, so pena de multa. Si no eres residente te toca pagar taxi. Mientras, la zona de Miraflores continua a la espera de un lógico gran aparcamiento que aliviaría la demanda de cordobeses y visitantes.

Muchas veces me pregunto si Córdoba, sus administraciones públicas, quieren al casco histórico. Y, sin embargo, con restricciones para hacer obras, sin aparcamientos y con dificultad para llegar en coche, somos muchos los que nos gusta vivir en esta parte sin par de Córdoba y muchos los empresarios que apuestan por ella, que es como apostar por Córdoba.