Cercadilla, el palacio imperial romano de Córdoba de las promesas a los seis años de cierre

El enclave arqueológico se cerró hace más de seis años y desde entonces las únicas actuaciones esporádicas han sido para limpiar la vegetación y esperar a que la hierba volviese a crecer. Por eso la siguiente actuación del Ayuntamiento de Córdoba empezará por ahí: por desbrozar .

Porque treinta años después de su aparición y de la destrucción de la mayor parte de los restos para la construcción de la estación del AVE y de las vías, Cercadilla sigue teniendo muchas más promesas que realidades . Nadie niega la importancia de los restos que se han podido conservar ni lo mucho que todavía queda por conocer, pero las inversiones no siempre han llegado aunque se hayan anunciado y las que se han hecho tampoco tuvieron el respaldo de los visitantes.

Las inversiones más importantes en el enclave arqueológico de Cercadilla comenzaron en los primeros años del siglo XXI , entre 2003 y 2004. Hacía algo más de una década que habían aparecido los restos y el tren había pasado por encima de la mayor parte, y la Junta de Andalucía incorporó este conjunto a la Red Andaluza de Yacimientos Arqueológicos .

La inversión en aquellos años fue superior a los 428.000 euros , la más cuantiosa que se ha hecho, y se repartió en varias anualidades. Tuvo un fin muy concreto: en julio de 2005 el enclave arqueológico se abrió para que el público por fin lo conociese.

Tendría que haber sido la apertura de un nuevo tiempo para lo que quedaba del palacio de Maximiano Hercúleo y para muchos otros restos que hablan de la ocupación de esta zona ya en la época cristiana.

Aquellos primeros años tenían que ser el comienzo de un camino en el que Cercadilla se pareciese a los demás yacimientos arqueológicos, en visitantes y en inversión para conocer lo que había a la vista y también para excavar, pero pronto comenzó la crisis económica y los consiguientes recortes.

En 2009 tocó techo el conjunto que está junto a la estación del AVE con 6.800 visitantes. A partir de entonces, la Junta de Andalucía , entonces en manos del PSOE, comenzó a restringir los días de visita , de forma que conocer Cercadilla empezó a ser más difícil.

Las actuaciones en Cercadilla empezaron a ser cada vez más esporádicas y se limitaban al mantenimiento y a sanear la vegetación, que no tiene más remedio que crecer si no se toman las medidas adecuadas. Una de las últimas fue en el año 2015 y estuvo a cargo de la Junta de Andalucía, que invirtió 2.800 euros en un proceso que también tenía que retirar basura que se había depositado al estar el yacimiento al aire libre.

En aquel momento empezó el declive definitivo. El número de visitantes había ido decayendo desde 2009 , cuando comenzaron a restringirse las visitas, pero en febrero de 2021 la Consejería de Cultura decidió que Cercadilla quedaría cerrada al público.

Desde 2013 el enclave sólo se abría doce horas a la semana: de miércoles a domingo de 10.00 a 14.00. Los fines de semana, que es cuando podían ir más turistas y también ciudadanos de Córdoba que no lo conocieran. En aquel momento las visitas anuales estaban siempre en torno a las 4.000 .

Hasta entonces, en los menos de diez años que había estado abierto, las visitas habían sido unas 45.000. Cercadilla quedó entonces expuesta al crecimiento de la vegetación y también a los incendios que se produjeran, y que afectaran a los sillares y muros, algo que no se ha producido.

El siguiente paso lo dio el Ayuntamiento de Córdoba . El socialista David Luque , concejal de Cultura en el mandato anterior, fue el primero en advertir que el enclave arqueológico no pertenecía a la Junta de Andalucía, sino al Consistorio. La Gerencia Municipal de Urbanismo había aprobado la cesión en 2008 y la Junta de Gobierno Local lo hizo en dos ocasiones, en 2009 y 2014. Cercadilla estuvo integrada en la Red de Espacios Culturales pero la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Economía y Hacienda nunca la inscribió en el Registro de la Propiedad .

El enclave regresó en 2017 a manos del Ayuntamiento de Córdoba, que prometió unas actuaciones que no pudo hacer. David Luque habló de unas obras tasadas en 400.000 euros , casi lo mismo que se había gastado en los años anteriores en que Cercadilla estaba abierto. También tenía planes para recuperar las visitas . Se habló de comenzar con la recuperación de unas termas que forman parte del conjunto, pero no se pudo llevar a cabo más que una limpieza.

La última actuación culminada fue ya en este mandato municipal, cuando el Ayuntamiento destinó 25.000 euros a renovar las señales que explicaban Cercadilla aunque sólo a quienes la podían ver desde fuera, porque ha permanecido cerrada. En total, algo menos de medio millón de euros en casi veinte años para un conjunto que no podrá demostrar su valor e interés mientras no se abra al público y a los investigadores.