Centenaria Librería Luque

Muchos de ustedes habrán entrado más de una vez en cualquiera de las sucesivas sedes que ha tenido, han admirado sus espléndidos anaqueles forrados de multicolores lomos y llamativas portadas de libros, han respirado sus olores característicos, los han hojeado con tranquilidad sin que nadie les importunase, los han comprado o los han encargado, han asistido a alguna presentación de publicaciones por su autor en sus pasillos o han tenido la fortuna de contemplar algún libro escrito por ustedes mismos en sus escaparates. ¿Cuál es la historia que ha hecho llegar esa magia hasta nuestros días?

Hay dos nombres claves en sus inicios Rogelio Luque (1897-1936), el fundador, y Pilar Sarasola (1905-1981), su esposa y continuadora de la obra. Rogelio, un prieguense enamorado de los libros, vino a Córdoba con la intención de abrir una librería. En marzo de 1919 abrió las puertas como un pequeño local en la calle de La Plata, pero con tan buena respuesta que sólo dos años más tarde se trasladó a un espacio más amplio en la calle Diego de León , junto al Instituto Luis de Góngora.

En 1923, Rogelio contrajo matrimonio con Pilar, gijonesa a la que conoció vía epistolar. Pilar, diplomada en Comercio, se implicó en la atención al público y en la administración de la librería, mientras Rogelio vivía entregado a su faceta de librero y editor. El negocio se había consolidado, incluso publicaba libros propios, como la «Guía Artística de Córdoba» de Vicente Ortí Belmonte , y en 1931 se mudaba a un nuevo y más amplio local en la calle Gondomar.

La tragedia que acechaba España les alcanzará de lleno. Verano de 1936, estío irracional de miedos, odios, venganzas personales y sangre por todo el país. Rogelio es detenido y fusilado el 16 de agosto de 1936, «por tener libros marxistas en su librería». Y Pilar comienza entonces a tejer una bellísima historia con dosis de valentía y discreción. No da cabida al rencor ni al desaliento en su vida ni en la de sus hijos, Rogelio y Antonio, y honra a su marido, llevando luto el resto de su vida, manteniendo el negocio y poniéndose al frente de él: « Librería Viuda de Luque », pasará a llamarse, y un busto de Rogelio, realizado por Enrique Moreno, lo presidirá.

La empresa tendrá un éxito total y a ella se irán incorporando a partir del año 1947 ambos hijos. Incluso abrirá una segunda tienda en la calle Cruz Conde. Así hasta alcanzar un año clave, 2009. En ese año, en agosto y víctima de la crisis, echaba el telón la más representativa de las librerías cordobesas. Pero solo unos meses después, el 30 de noviembre, renacía en la calle Jesús y María con el mismo nombre, Librería Luque . Un proyecto empresarial del que participaban Javier Luque , nieto del fundador, y Andrés Alonso, Juan Cabello, María Dolores López y Rafael Osuna, antiguos empleados. De esta forma llegamos al actual centenario.

La Luque es un referente intelectual y vivo en la historia contemporánea cordobesa y, como escribía hace poco Félix Ruiz en ABC , «si algo la caracteriza es un aguerrido espíritu de resistencia que ha sabido atravesar los desastres y contratiempos de un siglo repleto de curvas y turbulencias». Miguel de Unamuno nos dejó unos versos que nos vienen hoy como anillo al dedo para celebrar este centenario: «Leer, leer, leer, vivir la vida / que otros soñaron. / Leer, leer, el alma olvidada, / las cosas que pasaron». La Librería Luque nos brinda una oleada de títulos, caravana de autores, abriéndose paso entre los lectores anónimos, invitándoles a pasar y adquirir su libro, su obra, su historia.