SOY CORDOBITA
El buen gobierno
La amenaza es de tal magnitud que hace falta un gobierno con mando ejecutivo que proporcione instrucciones claras sobre lo que tiene que hacerse
Una mascarilla contra el coronavirus
Cuando era pequeña, cada vez que una gran tormenta se desencadenaba con sus atroces rayos y relámpagos , el miedo se apoderaba de mí, sobre todo, si mi hermano y yo estábamos solos. Confiaba siempre en que todo pasaría y que no nos ocurriría ... nada, nos poníamos a jugar al parchís para pasar el rato e intentar no pensar en ello. Pero un verano oí en las noticias que venía una gota fría, que se tuviera cuidado, que se evitara salir pues podía ser peligrosa y en pocas horas registrase gran cantidad de lluvia. Estábamos con mi madre en un casa en el campo donde confluían dos ríos y el peligro de inundación era bastante posible aunque nunca había pasado nada en aquella zona. Teníamos que tomar una decisión: o quedarnos allí en una casa de planta baja o coger el coche e ir para la ciudad a veinte kilómetros. Un vecino nos comentó que no nos preocupáramos pues nunca había problemas en aquella zona, pero nosotros decidimos coger el coche e irnos a la ciudad a una zona segura.
Nos llovió mucho por el camino y pasamos mucho miedo pero a los 20 minutos estábamos a salvo. En cambio, la tormenta descargó con tal furia que los dos ríos se unieron anegando toda la zona de chalets que habíamos abandonado ocasionando grandes daños materiales y angustiosas situaciones de rescate por los bomberos, los cuales se vieron desbordados.
Hay situaciones imprevisibles ante las que no puedes prepararte pero hay peligros ciertos ante los cuales por su magnitud requieren de una acción amplia, coordinada y decidida para tratar de atajar el problema en el peor escenario posible que imaginarse pueda.
Decía Platón en La República : «A no ser que los filósofos sean los reyes en los Estados o que los reyes sean filósofos en verdad y en suficiencia, y no se vean unidas poder político y filosofía, y a no ser que una ley rigurosa aleje de los asuntos públicos a esa multitud de individuos a los que sus talentos les llevan exclusivamente a una u otra, no habrá remedio, querido Glaucón, ni para los males que devastan los Estados ni incluso para los del género humano».
Para Platón, la nave debe ser gobernada siempre por quien más sabe, por el mejor piloto. Por analogía de esa situación, el Estado debe ser dirigido por quien tenga un conocimiento más perfecto sobre la realidad, el filósofo, aquel que reflexiona y comprende los problemas políticos y asuntos públicos . Estamos en un sistema de gobiernos multicapa: el lento elegante de la Unión Europea, España y su coalicionado gobierno de incompetentes, las 17 diversas comunidades autónomas, los ayuntamientos del consenso, todas ineficaces a la hora de resolver un problema y tomar una decisión. La tormenta arreciaba pero cuando mi madre tomó mi mano y nos sacó de aquella zona inundable, de esa manera, evitó un trágico des enlace. Es la hora del buen gobernante y de la toma de decisiones ante la amenaza global que se nos viene, requiere de alguien al mando con poder ejecutivo y que coordine todas las áreas implicadas.
De momento, el presidente y los ministros reunidos en un comité de crisis coordinando Sanidad y Ejército , dando la cara e instrucciones claras. Porque el enemigo ya está aquí y hay que tomar decisiones duras pero efectivas ,a tenor de la experiencia de los países que nos llevan 20 días de delantera. Asegurar abastecimientos, turnos de trabajo, sitios de aislamiento preparados, prohibición de actos masivos e intentar ir por delante y no por detrás. Porque si no, ¿para qué queremos a los gobernantes?
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