Francisco Poyato - Pretérito Imperfecto

Los aviones

¿A quién reclamamos los vuelos que no llegan al aeropuerto de Córdoba tras un gasto de 80 millones en una pista?

Pista de aterrizaje del aeropuerto de Córdoba Valerio Merino

14/07/2019
Actualizado a las 11:02h.

La sabiduría popular alimenta un chiste con denominación de origen en el que los habitantes de un entrañable pueblo cordobés , afamados ellos por sus desmesuradas maneras de entender las cosas, aparecen en la pista de un aeropuerto echando gran cantidad de migas ... de pan. Una voz celular desde la torre de control inquiere: «¡Por favor, rogamos a los visitantes de... no echen migas al suelo, pues los aviones bajan solos!». La realidad supera a la ficción, como bien saben, y no estaría de más, dada la situación fantasmal que atraviesa el aeropuerto de Córdoba , tirar de chascarrillo e invitar a los queridos pobladores de la verde Campiña a que conjuren a los cielos con apetitosos pellizcos de hogaza para ver si algún Airbus 319 se deja caer -aunque sea por equivocación- por el campo de vuelo más caro de la historia de la aeronáutica: 80 millones de euros para una piel de asfalto casi impoluto. A estrenar. Valga la curiosidad de un dato. Antes de acometer las obras de recrecimiento de la pista en 2011, el aeródromo albergó a 8.442 pasajeros , según datos del ente aeronáutico. El pasado 2018, con un eje de operaciones remozado, menos pasajeros.

AENA reclama ahora al Ayuntamiento de Córdoba que preside Bellido 20 millones de euros por la parte alicuota de la factura para aumentar la pista que se acordaron en aquellos años en los que Magdalena Álvarez mandaba en Fomento y Doñarrosa era todavía Doñarrosa. Cuentas pendientes, como los vuelos, que aún siguen sin caer, ¿y a quién se los reclamamos después de una de las mayores inversiones ejecutadas en Córdoba y que no sirve para nada? Bueno, perdonen, para que aterrice el jet privado del doctor Pedro Sánchez . El alcalde Nieto intentó negociar luego con Ana Pastor cuando dirigía Fomento que esa parte municipal no se pagase dado el estado de raquitismo que sufrían las cuentas de Capitulares -nada que ver con la abundancia paradisíaca que nos ha legado doña María Isabel-. Como verán, hay asuntos que nos marcan para siempre. Cuatro coporaciones municipales y los aviones sin llegar. La respuesta del Consistorio al requerimiento de AENA ha tenido su jugo surrealista aunque verídico: cómo voy a pagar mi parte del acuerdo si en el mismo ponía que era para que aterrizaran aeronaves y no lo hace ninguna. Lógica aplastante.

El próximo 12 de septiembre Ciudad Real podrá, por fin, abrir su aeropuerto privado. Aquel mastodóntico aeródromo de la época en que atábamos perros con longaniza y que quedó en la UCI por la crisis económica, finalmente sale del olvido. En una radio muy pequeño de kilómetros, apenas una hora y media de tiempo, Córdoba se topa con cuatro ciudades que disponen de aeropuerto y parada de AVE: Sevilla , Málaga, Granada y Ciudad Real. Resulta a todas luces un milagro que las compañías aéreas de bajo y alto coste reparen en la rentabilidad de abrir líneas de vuelo desde o hacia Córdoba con ese entramado tan próximo - Málaga es una de las instalaciones con mayor fuelle y Sevilla gana vuelos sin prisa pero sin pausa-.

Llevamos años esperando un plan de márketing para vender las excelencias del aeropuerto fantasma. Y tampoco hemos tenido el inmenso honor de leer detenidamente el mágico documento que nos va a sacar del ostracismo aeronáutico. Porque además el problema es un bucle melancólico: no hay vuelos porque no hay mejores prestaciones, y no hay mejores condiciones porque no hay vuelos. Los tiempos de las líneas deficitarias y a capricho murieron.

Aunque sea por vergüenza, si es que queda, alguien debería evitar que estos geniales paisanos acabaran tirando migas de pan a la pista...