El Ángel Ximénez Avia Puente Genil roza la sorpresa ante el Granollers (29-30)

Ambos períodos arrancaron con autoridad del Granollers, ventajas a las que replicó el Ángel Ximénez redoblando la tensión defensiva y produciendo en ataque mediante jugadores como Leo Almeida y Juanlu Moyano, los dos máximos artilleros de los locales con seis dianas.

Bernatonis advirtió de su formidable inspiración, materializando cuatro goles en los primeros siete minutos. El ingenio y la resolución de Mario Porras, la perseverancia en los extremos de José Cuenca y Curro Muñoz compensaron desconciertos ofensivos y fragilidades en la retaguardia del Ángel Ximénez .

El Granollers forjó una distancia de cinco goles en el electrónico en la mitad del primer acto. Antes de consolidarse esta renta, Quino Soler, indignado en la zona de banquillos, por las constantes pérdidas y las pésimas gestiones de las posesiones, retiró a un Rudovic ineficaz y el lateral montenegrino no regresó a la cancha. Las prestaciones del Ángel Ximénez, tanto conteniendo como generando, progresaron desde que ingresó en el rectángulo azul Juanlu Moyano.

El cuadro pontanés aumentó su intensidad y el compromiso defensivos en el tramo decadente del primer tiempo, factores que, añadidos a las intervenciones de Jorge Oliva, propiciaron el empate a 16 goles al cruzar el intermedio.

El retorno de la casa alumbró otra aceleración del Granollers, que siempre prefería batir a Jorge Oliva en transiciones veloces y acciones escasamente elaboradas. El Ángel Ximénez , después de un lapso de fragilidad y desgobierno, sucedido por un tiempo muerto de Quino Soler, recuperaba oxígeno conforme Juanlu Moyano desarmaba a la defensa catalana.

Desde las posiciones más inverosímiles, Rolandas Bernatonis continuaba zarandeando las redes de Jorge Oliva. Excesivos contraataques desaprovechó el Ángel Ximénez , deficiencia que solventó enlazando un parcial de 4-0 e igualando el envite a falta de un cuarto de hora para el final.

Sin permanecer inmóvil ni un segundo en el banquillo, Quino Soler gesticulaba ostensiblemente, reclamando atención plena a sus hombres, consciente de la gravedad de cualquier desajuste. Los goles de Leo Almeida y Juanlu Moyano, en el tramo decisivo, alimentaron la fe del Ángel Ximénez y de unos aficionados espoleados por los jugadores.

El desenlace generó tensión, incertidumbre y desesperanza para un Ángel Ximénez lastrado por una pueril exclusión de Mario Porras , quien desplazó el balón tras provocar una falta en ataque. Los de Antonio Rama explotaron la superioridad, incluido gol de Almeida desde su arco y una maravilla de Tarrafeta mirando a la grada, y le infligieron a los de Quino Soler la segunda derrota del curso regular en esta temporada.