La cera que arde
Algunas cuestiones
En el embarcadero de la Ribera en lugar de barcas hay novios haciéndose fotos. Es rara esta ciudad
Hace un par de meses en una obras en la calle Sagunto , aparecieron algunos cadáveres presumiblemente de una necrópolis romana. Los expertos dataron los restos en dos mil años de antigüedad , con lo que quedó descartado que fueran soldados de ... Lepanto a los que les hubiera sentado mal un «completo» de Casa Pelitos. O que se quedaran los muchachos pelando guardia en una garita y el cabo primero no les avisara de que había acabado su turno. Romanos, pues. Estaban muy bien conservados según los expertos y yo me asomé a ver qué tal. Vi a dos esqueletos en perfecto estado de muerte. Les puse nombre: Lopetegui y Solari . De la tercera declinación. Suelo pasear por Córdoba y nomino a los cadáveres que me encuentro, muchos de ellos andando. Otros coleccionan sellos, ahora que ya no se envían cartas, pero a mí me gusta renombrar fantasmas y calles a mi bola. Me llamó la atención el proceso técnico al que sometieron los arqueólogos a los restos: los envuelven en papel de periódico para quitarles la humedad. Si es a nosotros, cuando apenas llueve, y nos duele a cierta edad la espalda por la humedad, imagínese lo incómodo que tienen que ser para un romano llevar enterrado dos mil años, que lo desentierre una obra de Pernichi y que te envuelvan en una hoja de periódico. Espero que al menos fuera del ABC , que tiene sesudos y magníficos historiadores entre sus páginas. Dentro de unos años tendrán que envolverlos en una tablet, porque el papel va como va, qué le vamos a hacer.
Y me asaltó una cuestión… ¿una vez disecado el romano a dónde se traslada? Si lo llevan a un centro de salud , igual se encuentra una lista de espera sorpresa de otros dos mil años y eso desesperaría hasta a un paciente senador patricio. Si deciden dedicarle un responso en el templo romano de Claudio Marcelo , los del Movimiento Ciudadano montarían un pollo cívico-laico, ya que como todos sabemos, no se pueden utilizar las instalaciones municipales para actos religiosos, por muy dedicados a Caronte que estén, por cuyos favores siempre le quedaremos muy agradecidos. Morirse en Córdoba hace dos mil años ya era un problema, como podemos comprobar.
Otra cuestión que me ronda la cabeza es cuando, en mis paseos cordobeses, además de restos arqueológicos me encuentro a parejas de novios haciéndose fotos en el embarcadero de la Ribera . ¿Por qué ahí hay novias de blanco y no barcas? Lo normal de un embarcadero debería ser su poquito de transporte acuático, sus pescadores a mosca, sus motorcillos buera borda… pero sin embargo hay parejas de recién casados, acaramelados frente al objetivo de un fotógrafo con mosquitera . Con lo bonito que está un río con sus barquitas y aquí solo vemos a las piraguas cuando llega La Fuensanta . Es rara esta ciudad.
Tan rara, que se están llenando de toreros las listas para las elecciones en toda España y aquí, que fuimos pioneros en toreros paracaidistas, ahora no aparecen en ninguna posición. En la tierra de los Califas, de Manolete, y Guerrita . Y de Séneca, otro cordobés romano decapitado en la plaza de su propio nombre. La cabeza de la estatua debe estar envuelta en algún periódico. Disecándose, como si esperara una licencia de obras.
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