La alcaldesa de Córdoba enfría la urgencia de IU por cambiar calles como Cruz Conde

Durante la mañana, pasaron por la sala de prensa del Consistorio tanto la alcaldesa como la teniente de alcalde de Hacienda, Alba Doblas (IU), acompañada del presidente del Foro de la Memoria, el profesor Luis Naranjo. Y las versiones políticas solo pueden calificarse de distintas.

Doblas compareció exultante tras aprobarse el acuerdo de la comisión de memoria histórica que ella misma alteró con el propósito de cerrar cualquier medida de consulta a la ciudadanía de las calles que se van a modificar. La edil confirmó que, efectivamente, se alteró el documento con el objetivo de que no hubiera una redacción que llevase a confusiones. «El cumplimiento de la legalidad no se consulta», dijo.

El mensaje de Izquierda Unida es sencillo. El acuerdo debe llevarse a Pleno ya para su toma de conocimiento y debe concretarse en medidas también de forma rápida. Fue el mensaje de Luis Naranjo. Demorarlo solo puede llevar a más desilusión por parte de las víctimas. «Hemos hecho historia», dijo Doblas.

El caso es que Ambrosio reconoció el dictamen, que ha votado el PSOE en todos sus extremos, pero enfrió sobremanera los ánimos de Izquierda Unida. En ningún caso, afirmó, el cambio de los nombres de las calles será algo inmediato. En concreto, afirmó que el 90 por ciento del dictamen ha sido votado por unanimidad pero que su labor es que el consenso llegue al cien por cien.

Y abrió una puerta que Izquierda Unida no quiere abrir: «el desarrollo de instrumentos de participación no es un problema». Afirmó en concreto que si ese es la diferencia para evitar el consenso, pues es salvable. De hecho, la alcaldesa reconoció el voto de su partido al documento tal y como está aunque esa es la posición «en ese momento».

El PP cargó ayer contra la alcaldesa, en concreto, por una medida que los populares entienden como «radical«, dijo el viceportavoz municipal, Salvador Fuentes . Los populares aseguraron que han sostenido un voto meditado en el que solamente existen cinco casos concretos donde no están de acuerdo con el cambio en el nomenclátor por razones de índole histórica, legal y de arraigo popular.

Cargó expresamente contra la desaparición del párrafo que permitía aplicar el Reglamento de Participación Ciudadana que, a su vez, regula las consultas ciudadanas de carácter no vinculante. Fuentes hurgó en la herida de que fuese la responsable de Participación del equipo de gobierno la que se fajase para evitar que eso sucediese. «Lo que se hizo en la comisión no ha ocurrido en ningún momento de la historia democráctica municipal», afirmó.

El PP se ha propuesto modificar el dictamen mediante enmiendas en fase plenaria pero el asunto tiene un problema sustancial. Izquierda Unida lo ha asumido como un hito de relevancia a pesar de que se trata de calles que han estado en el callejero con cinco alcaldes de esta formación política sin que existiese la más mínima polémica. De hecho, constan declaraciones de algunos de ellos negándose expresamente a estos cambios por considerarlos injustos con la dimensión histórica de los que ahora son, oficialmente considerados, «represores».

Por su parte, el representante de Ciudadanos en la Comisión de Memoria Histórica, José Luis Vilches, denuncia que el equipo de gobierno «tiene una doble vara de medir cuando habla de participación al no querer darle voz a los vecinos para que decidan sobre el nombre de sus calles». En este sentido, insiste el edil naranja en que «cuando les interesa les dan voz y voto a los gobiernos paralelos, considerando a unos cordobeses como vecinos de primera y a otros de segunda».