Los cuadros de la devoción y el tirón iconográfico de las Angustias desde el siglo XVII en Córdoba

Gracias a ellos, las Angustias se alza como la imagen de la Semana Santa de Córdoba de la que existen más representaciones antiguas. El primero por antigüedad, del último tercio del XVII, es el del convento de las Capuchinas, procedente tal vez de las agustinas de Nuestra Señora de las Nieves . En él, la Virgen viste un manto de estrellas documentado en las cuentas de la hermandad de las Angustias.

El porqué de estar estas obras en manos de las monjas responde a que los conventos se incorporaron a la cofradía y las colgaban entre sus muros. De hecho, hoy en día la hermandad de las Angustias conserva una estrecha relación con las jerónimas de Santa Marta , que custodian otro cuadro similar.

En 1987 las religiosas de Santa Marta fueron madrinas de la coronación canónica de la Virgen y en la procesión las imágenes visitaron este convento y el de las Capuchinas. En su lienzo la Virgen luce un corazón traspasado por siete cuchillos en lugar de las siete espadas habituales.

Este cuadro de Santa Marta, (realizado en torno a 1754), a juicio del historiador del arte Alberto Villar , «da la pauta para los que se elaboran en la segunda mitad del XVIII». Revela un concepto de abstracción del grupo escultórico muy superior al cuadro anterior y la presenta sobre un fondo neutro.

En la parroquia de San Andrés hay que buscar el tercero , procedente de Regina Coeli. Y los dos que atesora San Lorenzo probablemente vinieran de Santa María de Gracia y del Espíritu Santo porque presentan una factura más moderna.

La sexta copia de las Angustias de la que hay constancia debe buscarse en Bujalance, en la sacristía de la iglesia parroquial de Nuestra Señora d e la Asunción . Allí la localiza en 1995 Alberto Villar, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Córdoba, mientras preparaba una guía artística de la provincia de Córdoba. Puede datarse a comienzos de 1700, tras la de las Capuchinas.

En el especial de Semana Santa de la revista 'Alto Guadalquivir' de 1995 explica Villar que es «una nueva copia de la serie inspirada por la portentosa efigie: un óleo sobre lienzo que ha llegado a nuestros días en muy mal estado de conservación». Y que acabase allí como una donación en la postguerra civil para compensar los destrozos de ese templo en 1936.

En ella el sudario de la cruz dibuja una simbólica M, «como se ve también en la pintura del estandarte de la cofradía de 1656». En el pecho de la Virgen aprecia Villar un agujero como señal de que tuviera aplicado un corazón traspasado de plata. Las sombras en el hábito blanco de María y en las piernas del Cristo «denotan que se trata de la representación de una imagen escultórica».

El recordado cofrade cordobés José Murillo Rojas documentó en su momento los institutos religiosos que se incorporaron a las Angustias: Nuestra Señora de las Nieves (en 1700), Jesús y María (en 1705), Santa Clara y Santa María de las Dueñas (1708), Santa Marta (1754); y, Espíritu Santo y Santa María de Gracia (1763).

El camino del arte, siempre sorprendente y en continuo cambio, puede deparar, quién sabe, algún otro lienzo más en esta nómina. Previo a este listado figura el cuadro fundacional del siglo XVI de la hermandad de las Angustias, encima de su camarín en la iglesia de San Agustín , por ser anterior a 1627 con otras figuras representadas.