Pasión en Córdoba

San Rafael saldrá en procesión en Córdoba el 6 de mayo para que llueva

El Custodio recorrerá las calles por segundo año consecutivo

El persistente drama histórico de las sequías en Córdoba

San Rafael, en su procesión de 2022 Valerio Merino

L. M. / J. G. H.

Córdoba

24/04/2023
Actualizado a las 23:06h.

Como históricamente sucedió, Córdoba se vuelve a su Custodio, el Arcángel San Rafael, para pedir la imprescindible lluvia en este tiempo de sequía. La procesión del sábado 6 de mayo no sólo será la segunda consecutiva en torno al Juramento, sino que será ... de rogativas por la lluvia.

La hermandad prepara ya esta cita en la tarde del 6 de mayo, en la segunda ocasión en que el Custodio irá sobre el paso que está tallando José María Higuera, y que, tras salir a las siete de la tarde de la iglesia del Juramento, volverá a pasar por la plaza de la Corredera, la iglesia de San Pedro y el Ayuntamiento, entre otros puntos de la Ajerquía.

Tras la petición de muchos fieles al obispo para que fuese de rogativa, la corporación ha acordado que tanto el triduo de los días 3, 4 y 5 de mayo en la iglesia del Juramento como la salida procesional se apliquen por esta intención, según explica José Ángel Castro, diputado mayor de gobierno de la hermandad de San Rafael.

Así, la participación en el cortejo queda abierta no sólo a los hermanos, sino a todos los devotos que quieran rogar al Arcángel su intercesión por las lluvias.

Por ello se ha ampliado el periodo para obtener la papeleta de sitio en la sede de la hermandad (plaza del Juramento de San Rafael), de lunes a viernes de siete a nueve de la tarde.

San Rafael irá nuevamente acompañado por la banda de música María Santísima de la Esperanza, que ha puesto sus sones en las últimas procesiones que ha realizado: las extraordinarias de 2012 a la Catedral, la que protagonizó con la Virgen de los Dolores en 2019 y el comienzo de las salidas regulares en 2022.

La idea de la hermandad es que su procesión esté siempre en torno al día 7 de mayo, la fecha de 1578 en que el Arcángel se apareció al sacerdote Andrés de las Roelas y le juró «por Jesucristo Crucificado» que era el Custodio de la ciudad de Córdoba, y que consagró la veneración que ya se le tenía.

Por eso los habitantes de Córdoba se han vuelto a él en muchas ocasiones, para pedir la lluvia o el final de alguna epidemia, pero también en agradecimiento por la protección en ciertas ocasiones y por el final de las guerras.