La tarde se presenta radiante, con los titulares en sus respectivos pasos procesionales. De su parroquia de San Andrés han partido Nuestro Padre Jesús del Buen Suceso, sólo acompañado en el paso por la Virgen de los Dolores, San Juan y el Cirineo, para rememorar los inicios, y María Santísima de la Caridad, sin palio, con una candelería con un dibujo distinto y con candelabros de cola.
Música de capilla suena tras los dos. Con el Señor, el trío de capilla musical Ars Sacra y con la Virgen, el grupo de capilla de la banda de la Estrella. La Virgen, deslumbrante como suele cada Martes Santo, también se muestra así este sábado. Esta vez no va cobijada bajo su palio y luce aún más. Lleva piñas cónicas con rosas grandes de color rosa muy pálido. Todo en Ella resulta colmado de belleza.
El misterio, que estrena partes doradas de la canastilla (las zonas superior e inferior, esquinas y cartela frontal) a modo de avance de lo que vendrá en 2024, tiene una combinación variada en la que conviven rosas rojas e iris, siempre del rojo al morado. La Virgen de los Dolores va a la izquierda del Señor.
El corazón presiente los momentos que aguardan en la Catedral, para la misa de las ocho de la tarde, que contará con la participación del Coro y Orquesta Auxilium Christianorum del santuario de María Auxiliadora.
Es el broche a doce meses recordando instantes del pasado y a todas las personas que pusieron y ponen los cimientos de esta hermandad.
Muy especial será el posterior regreso triunfal de noche a San Andrés con sus bandas habituales de Semana Santa, Monte Calvario de Martos y Estrella, por icónicos lugares por los que no transita desde hace quince años, como San Zoilo, la plaza de Capuchinos y la Cuesta del Bailío.
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