Pasión en Córdoba
Agustín Moreno, el sacerdote que lideró la renovación en las Angustias de Córdoba
Historia
Estuvo al frente de la cofradía veinte años en los que saneó la economía al tiempo que dirigía el asilo de Madre de Dios
El camarín de las Angustias de Córdoba borra el deterioro y recobra el brillo
Córdoba
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Iniciar sesiónLa calle que se llamó del Sol, porque por su situación al este era por la que amanecía la cuidad antigua, lleva hoy el nombre de Agustín Moreno, una de las figuras esenciales de la Iglesia de Córdoba durante el siglo ... XIX.
En varios aspectos, como la caridad, porque dirigió el Asilo de Mendicidad en el antiguo convento de Madre de Dios, pero también en la religiosidad popular, porque estuvo al frente de la cofradía de las Angustias durante dos décadas con iniciativas muy positivas.
Como explica el historiador Juan Aranda Doncel, Agustín Moreno Ramírez nació en Córdoba en 1810 y entró como religioso en el convento de San Agustín, en el que su tío, Fray Antonio López, había sido prior. Allí ejerció como sacerdote hasta 1835, cuando se suprimieron las comunidades religiosas por orden del Gobierno.
Agustín Moreno optó por dejar la Orden de San Agustín y continuar como sacerdote secular. Pasó por Montemayor y estuvo en la iglesia católica de Gibraltar, hasta que que regresó a Córdoba, donde el obispo lo nombró cura ecónomo de la parroquia de la Magdalena. En la década de 1860 multiplicó su actividad en el frente de la caridad y en el de las hermandades de forma simultánea.
Así, en enero de 1863 el que hasta entonces había sido hermano mayor de las Angustias, Mariano Montesinos Barrionuevo, presentó su dimisión ante el cabildo general, por no poder atender su puesto, y los cofrades eligieron a Agustín Moreno, que ni siquiera estaba presente en ese momento, como explica Juan Aranda Doncel en su monografía sobre la hermandad.
Saneamiento económico
Aceptó el nombramiento de una hermandad a la que estaría vinculado desde su etapa como religioso en la iglesia de San Agustín. La cofradía decana de la Semana Santa de Córdoba, que ya volvía a hacer estación de penitencia, no estaba en una buena situación económica y Agustín Moreno se propuso sanearla y lo consiguió.
Con su esfuerzo y con las circunstancias porque, como recuerda el historiador, en 1865 la cofradía recibió 3.176 reales como compensación por los bienes que se le habían desamortizado. Con ello, por ejemplo, se reparó un cuarto que tenía humedades y «donde se pudrían los enseres de la hermandad».
Si antes de su llegada había deudas, en 1867 ya tenía más de 2.000 euros de saldo. Antes se había perfeccionado una de las piezas más antiguas y valiosas del patrimonio de la corporación: el estandarte antiguo, que data del siglo XVIII.
En 1864 se pasó la subpriora del convento dominico de Santa María de Gracia pasó a nuevo terciopelo de color verde botella esta pieza. En abril de 1865 la cofradía pagó por cuatro placas de fotografía, y la anotación es valiosa porque se trata de la primera vez que hay constancia de que se encarga una obra de este tipo para una hermandad de Córdoba.
No se conservan, pero es probable que una de ellas sirviese como modelo para la pintura que hizo Juan Manuel Moreno Anguita para el estandarte. Las imágenes se dieron a predicadores como estipendio.
Agustín Moreno se dedicó con intensidad a la caridad también en esos mismos años y en 1864 lo nombraron director del Asilo de Mendicidad que había fundado el Ayuntamiento de Córdoba en lo que había sido convento de los franciscanos terciarios de Madre de Dios. Lo ejerció sin retribución alguna.
Unió sus dos dedicaciones en alguna ocasión, como en 1868, cuando la cofradía organizó un reparto de comida (pan y potaje) para los pobres el Miércoles, Jueves y Viernes Santos, últimos días de su septenario, que data del siglo XIX.
Agustín Moreno es el autor además de una de las primeras obras sobre la historia de una cofradía. En 1866 se publicó su 'Breve historia de la hermandad de las Angustias de la Sacratísima Virgen María', de la que se imprimieron 600 ejemplares y que hoy es un clásico.
Ya ahí dice que el primer testimonio de la hermandad es de 1558, de cuando los religiosos ceden la capilla llamada de la Magdalena para que allí celebre sus cultos. Es considerado el documento fundacional de la hermandad. Dio a la imprenta muchos escritos espirituales, suyos y de agustinos tan destacados como Muñoz Capilla.
En 1880 dejó estar al frente de la cofradía, que lo nombró hermano mayor honorario. Tenía 70 años y murió el 28 de noviembre de 1883, con la admiración de gran parte de la sociedad de Córdoba, que ahora lo recuerda con una de las calles más amplias de la Ajerquía, y que desemboca en lo que fue el Asilo de Mendicidad.
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