Un Jueves Santo brillante

La primera en poner su cruz de guía al sol de la jornada fue la Sagrada Cena a las 16.00 horas desde su parroquia de Beato Álvaro de Córdoba, inicio marcado por el estreno de su agrupación musical, que por primera vez ha acompañado al paso de misterio. Claveles rojo sangre marcaron el conjunto de la institución de la Eucaristía.

Una hora y cuarto más tarde, a las 17.45 salió las Angustias en una estampa histórica en varias décadas, por ser una hermandad casi siempre nocturna desde los años 30. La cofradía ha realizado estación de penitencia en la Catedral, hecho que ha obligado al cortejo a acometer un recorrido más largo. Ha sido la única cofradía que ha entrado al primer templo de la ciudad este Jueves Santo. Llegó allí poco después de las 21.00 horas, para deleite de todos los presentes que aguardaban a la Virgen de las Angustias en el Patio de los Naranjos.

La jornada continuó con Jesús Nazareno que comenzó su estación de penitencia a las 18.15 y fue la primera en recorrer la carrera oficial. Cinco minutos más tarde la jornada recibió a Jesús Caído desde San Cayetano, este año portando una corona de espinas de madera en lugar de la de oro tradicional. La cofradía celebra 250 años y además ha llevado una reliquia de Santa Teresa en el quinto centenario de esta Doctora de la Iglesia.

A las 19.30 salió la hermandad del Señor de la Caridad, cuya estación de penitencia este año ha estado marcada por el silencio, al no haber contado contar con el tradicional acompañamiento del Tercio Gran Capitán, primero de la Legión. Aún así los instantes vividos en las calles del centro de la ciudad quedarán siempre en la memoria de los presentes. Por otro lado, el Cristo de Gracia puso su cruz de guía en la plaza que lleva su nombre a las 19.35, con toda su popular devoción antigua. La multitud ha acompañado a la corporación de Santa María de Gracia en todo el recorrido y en especial en lugares como San Pablo o Realejo ya de vuelta a su templo.

El Jueves Santo tuvo un epílogo a partir de la medianoche, cuando en la Madrugada la cofradía de la Buena Muerte se encaminó hacia la Catedral. La Reina de los Mártires estrenó una nueva saya bordada y la restauración de varios elementos de su rico paso de palio.