75 aniversario
Antonio Peligro pregona su fe a la Paz y Esperanza
El ex hermano mayor de la cofradía capuchina emocionó a los asistentes con un discurso marcado de recuerdos
r.c.m.
Un discurso marcado por los recuerdos y la fe. Ésta ha sido la base del pregón que la hermandad de la Paz y Esperanza ha celebrado en la tarde de hoy y que forma parte de los actos que la cofradía está realizando en honor ... a la celebración de su 75 aniversario. El pregonero, Antonio Peligro Sánchez, antiguo hermano mayor, emocionó a los presentes con un discurso cargado de sentimiento hacia sus dos imágenes titulares.
Los asistentes llegaron al salón de actos de Cajasur un poco antes de las 20:30, hora a la que empezaba el pregón. Poco a poco fueron ocupando sus asientos, con esa mezcla de impaciencia y entusiasmo que impregna siempre estos eventos. Poco después de la hora marcada y tras la presentación de Julián Urbano, Antonio Peligro, comenzó a hablar y el silencio inundó la sala.
"Tu me tienes que ayudar para mi pequeñez disimular", clamó, con una oración cargada de amor hacia Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de la Paz y Esperanza.
A medida que transcurrían los minutos, los presentes iban dejándose llevar por las palabras del pregonero, que hizo un recorrido por la historia de la hermandad. Desde los primeros años en los que solo tenían al Cristo hasta la llegada de la Virgen y el fervor que han ido levantando a lo largo de los años por toda la ciudad. Además, también tuvo unas palabras para los hermanos fallecidos.
El exaltador dedicó poesías a los nazarenos y a los costaleros y, como no, a Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia que procesiona en "una nave que admira la multitud, un canasto de oro que lleva a Jesús". Palabras de un pregonero que supo transmitir en todo momento el fervor que le llenaba. Antonio Peligro encaró el tramo final del pregón con una advertencia. "No pensarán que voy a terminar sin hablar de la Paz".
Y claro que habló de la Virgen de la Paz y Esperanza. Un final dedicado por completo a proclamar el profundo amor que siente hacia la Virgen. "Todo empezó con una Virgen prestada", dijo en referencia a los primeros años de la hermandad y las visicitudes que debieron pasar. Una imagen que es "el trozo de cielo más fino, la paloma más preciosa" que pidió al cielo el Santo Ángel de Capuchinos para que la acompañara y "allí para siempre quedó".
Antonio Peligro pregona su fe a la Paz y Esperanza
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