devoción
Cita con la Virgen de los Remedios en martes y 13
Miles de personas acuden al besamanos en San Lorenzo en una tradición de origen desconocido
L. m. / r. c. m.
No se sabe si habrá gente que mire el calendario para llenarse de amuletos y no pasar debajo de escaleras, pero en Córdoba cada vez que el día 13 de un mes cae en martes , la religiosidad popular mira a la iglesia de ... San Lorenzo y a la Virgen de los Remedios , una imagen a la que se le rinde culto especial en estos días. Mucha gente lo sabe y mucha otra cumple con la tradición, pero, ¿ de dónde viene ? Lo cierto es que apenas hay respuesta clara. Eso sí, en este martes 13 de enero se ha repetido la escena, y así volverá a ser el siguiente, como pasó en enero. En la parroquia cordobesa de San Lorenzo los martes 13 no son días de mala suerte , sino todo lo contrario. Son jornadas de oportunidad para mostrar respeto y amor hacia la Virgen de los Remedios. También, la oportunidad de pedirle clemencia y ayuda , pues la tradición quiere que se conceda una de las tres cosas que se le piden.
Antonio Gil , párroco de la popular iglesia desde 1991 hasta 2014, no ha podido averiguar la causa de este singular rito, que comienza a mediados de la década de 1940. No es únicamente cosa de los martes y 13: «Mucha gente visita a la Virgen de los Remedios todos los martes y le lleva flores», algo que tampoco tiene una explicación, porque no es un día reservado para María Santísima por ningún motivo especial, como si ocurre por ejemplo con los sábados. Puede sonar a superstición la coincidencia en estos días en que la imaginación popular atribuye mala suerte, aunque la parroquia ha hecho lo posible por depurarlo y dejarlo en culto mariano . «No hay superstición, hay una verdadera devoción y cariño a la Virgen», cuenta Antonio Gil sobre esta imagen, que algunos años ha presidido el altar que la cofradía del Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas pone al paso del Corpus Christi.
Tradición depurada
Sí habla de cómo ha evolocionado la tradición «y se ha depurado». Hasta los años 80 era frecuente que los devotos, llegados desde todos los puntos de la ciudad, encendiesen velas a modo de ofrendas, lo que no era demasiado seguro ni limpio, por el fuego y los efectos del humo. A partir de 1995 la parroquia comenzó a realizar el culto de otra forma: «Se suprimió la misa de la tarde y se quitaron las velas para disponer a la Virgen en el centro y que la gente participase en el besamanos », explica el sacerdote. Se suelen pedir tres deseos con la esperanza de que María Santísima interceda ante Dios, «aunque eso es común a cualquier imagen».
Las flores se cuentan por cientos y son la ofrenda tradicional a la imagen
Ahora los fieles pasan ante la imagen, besan la mano y después se les entrega una estampa. «Ya no hay llaveros , ni venta de recuerdos, como otras veces». Eso sí, la iglesia sigue abierta todo el día , y en verano han dado a veces incluso las once de la noche . La ofrenda más común son las flores, que se venden en la puerta o que la gente lleva desde sus casas. Como siempre, se contaron por cientos los ramos que se dejaron a los pies de esta imagen de la Virgen, vestida de blanco . «La Virgen, para escuchar a sus hijos, no está supeditada a una fecha determinada, sino que cada día nos espera en su capilla para acogernos y escucharnos», dice la parroquia en su página de facebook, donde sin embargo reconoce la «tradición» de este día.
El actual párroco de San Lorenzo, Rafael Rabasco , explica que «la Virgen no atiende a uno, sino a todos los deseos y llamadas de auxilio, ya sean económicas, morales, éticas o espirituales». Se trata de un acto de fe sencillo y respetuoso que permanece en el corazón de la gente y que se extiende a lo largo de todo el año, aunque no cabe duda de que cada martes y 13 se hace aún más clamoroso.
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