Sara Rodríguez, presidenta de Fepamic: «Somos generadores de empleo y oportunidades; hacemos casi dos contratos al día»

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Luis Miranda

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-¿En qué situación está actualmente Fepamic?

-Fepamic son tres patas. La pata política, que son su federación, la ONG, sus 30 asociaciones y sus más de 5.000 socios; son los dueños de la entidad. Luego está la pata social, que es la fundación con la que revertimos parte de lo que la sociedad nos da. Y la tercera es el grupo empresarial, que son seis empresas mercantiles. De ellas, cinco son centros de empleo de iniciativas sociales.

-¿Cuántos trabajadores tiene ahora Fepamic?

-Somos cerca de 800 trabajadores. De los cuales, más del 85% tenemos algún tipo de discapacidad. Además, el 55% de la plantilla son mayores de 45 años y también son más mujeres. Tenemos un 75% de contratación indefinida dentro de toda esa contratación de discapacidad. Por último, más del 25% tiene además especial dificultad de inserción. Somos generadores de oportunidades.

-¿Qué ha evolucionado en su modelo?

-Los diez primeros años siempre éramos como un poco la voz, la interlocución de las personas con discapacidad e intentábamos tutorizarlas, formarlas y orientarlas a la administración pertinente en la que tenían problemas. Pero vimos que esas personas volvían a nuestras puertas. Quizás no hacíamos lo suficiente. Entonces fue cuando empezó el grupo empresarial. Vimos que la mejor manera de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad es a través del empleo, que le da autonomía. Empezamos con 4 ó 5 trabajadores (y ya son casi 800).

-¿A qué se dedican sus trabajadores?

-Las principales actividades desde los comienzos las marcaban la baja cualificación. Pero afortunadamente hoy en día tenemos dos grandes áreas. De un lado, la parte sociosanitaria, muy especializada en atención a personas con discapacidad y gravemente afectadas, de ahí que tengamos cuatro unidades de día con pedagogos, terapeutas, fisioterapeutas, cuidadores personales, integradores sociales, nuestras cocinas y educadores sociales para atender desde infantil hasta adulto. Nuestra misión que es generar empleo. De otro lado, el otro gran área son los servicios a la comunidad: limpieza viaria, de comunidades y jardinería. Tenemos presencia en Córdoba y la provincia, en Sevilla, en Huelva y en Jaén. Estamos situadas entre las cinco empresas que más empleo generan en Córdoba y provincia. Nosotros al día hacemos 1,8 contratos de media, o sea, casi dos contratos al día.

-¿En que situación están sus proyectos de empleo?

-Antes teníamos un servicio de comidas a las comisarías, no solamente de Córdoba sino incluso de Madrid también. Era una empresa que tenía una contratación nacional.

-Ahora, ¿cuáles son los proyectos de empleo más destacados?

-El último, por ejemplo, es el Cuida Dúo. Plasma nuestro carácter innovador social. Este proyecto se basa en que lo que antes hacía un cuidador, que no podía llegar a todo, ahora lo hacen dos, que suman y se complementan en capacidades, especialmente en personas con discapacidad intelectual que no habían tenido oportunidad. Queríamos crear ocho puestos en 30 meses y lo hemos logrado en ocho meses.

-¿Y los que tiene de cara al futuro?

-Estamos inmersos en la profesionalización de la entidad. Queremos retener a nuestros empleados y atraer nuevo talento. También estamos inmersos en la transformación digital. Estamos igualando las políticas retributivas al mercado ordinario. En septiembre hemos recuperado la licitación de la limpieza viaria de Palma del Río, que serán otros 20 empleos más con una inversión de 400.000 a 600.000 euros.

-¿Cómo están en el ámbito de las ayudas públicas?

-Es un gran problema. Nosotros prestamos servicios públicos y en el contexto económico de subida de precios y costes junto a la leve caída de ingresos, hemos perdido parte del músculo que teníamos. Éramos 35 asociaciones en la federación y ahora somos 30, la mayoría se han perdido por falta de recursos y falta de relevo generacional. Nuestra reivindicación es que las ayudas se tienen que ir actualizando en base a lo que la vida vaya subiendo para que se garantice la sostenibilidad. Puede ser el IPC u otro índice, el que se determine. En cualquier caso, nos tenemos que preparar para no depender única y exclusivamente de la Administración.

-¿Cómo están de medios materiales?

-Pues tenemos 27 furgonetas, algunas de ellas con más de 700.000 kilómetros. Nuestros conductores las miman y cuidan, pero estamos renovando la flota con una o dos furgonetas al año. Además, vamos a hacer 38 años y estamos en constante inversión, reparación y mantenimiento. Lo hacemos en nuestro centro de formación. También en la residencia, que va a cumplir 20 años y tiene 130 trabajadores para más de 100 usuarios. Llevamos diez años adaptando la domotización. Queremos completar el año que viene la adquisición de otro piso del proyecto Habita, que permite a los familiares de hospitalizados residir temporalmente en ellos. Igualmente, en el exoesqueleto infantil, que consiguieron las empresas y afortunadamente en el siguiente mes se inicia ya la formación de los técnicos que van a hacer uso de ese de este aparato.

-¿Han crecido en la Red de Empresas Altamente Comprometidas?

-Actualmente hemos llegado a las 90 empresas REAC y el objetivo es superar las cien durante el año que viene.

-¿Y cuáles son los retos para el próximo o próximos años?

-Hay proyectos que con la pandemia tuvimos que poner en stand by. Afortunadamente nos hemos quedado sin espacios y queremos un nuevo edificio donde todo lo que son los órganos centrales, que tenemos más de 80 personas, tengan sus propias instalaciones. Entonces, estamos preparándonos para recuperar ese proyecto, pero antes nos hemos tenido que someter a un plan de choque importante para seguir siendo sostenibles por el incremento de gastos por el que hemos tenido que tomar decisiones muy complejas. Tenemos un suelo cedido, concedido al lado de nuestras residencias, que nos lo concedieron justamente antes de la pandemia y hemos tenido que ir solicitando prórroga hasta garantizar la sostenibilidad actual para que en uno o dos años podamos estar preparados y dar el salto para recuperar los proyectos anteriores.