Los regantes de Córdoba esperan una campaña «casi» normal por la mejoría de los embalses

La comisión de desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) aprobó el pasado 30 de abril unas dotaciones hídricas de cara a la próxima campaña de verano y otoño para las cerca de 130.000 hectáreas de riego que hay en Córdoba que alcanzaron los 5.500 metros cúbicos por hectárea a través del reparto de 1.200 hectómetros cúbicos. Esta cifra es un 37,5 por ciento superior a la del año pasado, que llegó a los 4.000 metros cúbicos.

El motivo no es otro que el aumento de agua almacenada en los embalses de la cuenca gracias a las lluvias de invierno y de primavera. El organismo regulador también dio su visto bueno a la aportación de 25 metros cúbicos para riegos extraordinarios del olivar.

Bien es verdad que estas dotaciones globales son inferiores a lo que se considera una campaña de verano normal, un nivel que se coloca en los 6.000 metros cúbicos por hectárea. No obstante, los agricultores están satisfechos con los recursos hídricos con los que contarán en el periodo estival.

«Creemos que va a ser una campaña casi normal en cuanto que consideramos que los productores vamos a tener agua suficiente hasta octubre, que es cuando empiezan a sembrarse los cultivos de invierno», destacó a ABC el secretario general de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), Pedro Parias. Este dirigente avala este análisis en el que hecho de que el consumo de agua por parte de estos agricultores en mayo fue un 30 por ciento inferior a lo que se había previsto gracias a las lluvias que hubo el mes anterior.

El estado de los embalses es el principal argumento de la CHG para elevar este año las dotaciones de agua a los regantes. Los datos oficiales indican que los pantanos ubicados dentro de la provincia se encontraban el pasado viernes al 58,21 por ciento de su capacidad. Son casi 20 puntos más que los niveles de agua almacenada que había 12 meses atrás (38,93%). Las presas que presentan una situación más aliviada son las de Sierra Boyera (96,5%) Bembézar (96,2%) y Martín Gonzalo (94%). En el lado contrario aparecen Iznájar (30,86%) y la Breña II (36,73%), los dos embalses con mayor capacidad de reserva de agua.

La mejora de esta situación es consecuencia del aumento de las precipitaciones. En lo que va de año hidrológico (del 1 de octubre de 2024 al 31 de mayo de 2025) ya han caído de media en Córdoba un total de 800 litros por metro cuadrado. Son 254 litros más que la media registrada en el último cuarto de siglo, lo que supone un incremento superior al 46 por ciento.

Desde Feragua sostienen que estos mayores recursos hídricos para los agricultores permitirán recuperar algunos cultivos que prácticamente se habían abandonado en los ejercicios marcados por la sequía por su alta necesidad de agua, como es el caso del maíz y del algodón. Sin embargo, Parias indicó que hay productos, principalmente hortícolas, que no verán elevada en demasía su superficie debido a que cuando se realizó la siembra en los meses de invierno los empresarios agrícolas no tenían garantías de contar con agua suficiente.

Según aseguró, «un caso claro es el del ajo, con un número muy bajo de hectáreas este año en la comunidad del Genil-Cabra», una de las más importantes en Andalucía al sumar unos 2.400 socios y casi 25.000 hectáreas repartidas por los municipios cordobeses de La Rambla, Santaella, Montalbán, Puente Genil y Montilla.