Los proyectos pendientes en los monumentos de Córdoba en auge: de de Medina Azahara al centro de visitas de la Sinagoga

Es lo que sucede en el Alcázar de los Reyes Cristianos, que ha tenido en los últimos años trabajos como la recuperación de la fachada sur, con su portada barroca, y que ahora continúa con la Torre del Homenaje, las cubiertas del Salón de los Mosaicos y un contrato para mejorar la eficiencia energética de todo el conjunto.

La Sinagoga tiene todavía pendiente la integración del solar anexo, en el que se encontraron restos de un 'mikvé', un baño ritual judío que debió de pertenecer al mismo conjunto.

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Allí se tiene que construir un centro de interpretación que muestre estos restos, pero que también permita que los visitantes puedan conocer a fondo la sala de oración hebrea, con todos sus elementos. La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía había prometido que la licitación se publicaría en las primeras semanas de este año 2025.

Sí está pendiente de adjudicación la obra para la reforma del Museo de Medina Azahara, dotada con más de dos millones de euros. Tiene que solucionar los problemas de humedades de un edificio que se inauguró en 2009 y que desde entonces ha tenido bastantes percances, y tiene que ser el lugar en que los visitantes comiencen a conocer Medina Azahara y todo lo que ofrece.

Tienen que estar en la fase final las obras para terminar la restauración del Salón Rico, una de las grandes joyas del conjunto, que tiene que integrarse en la ruta de visitas.

El Museo Arqueológico también tiene pendiente la licitación de la primera fase de las obras del Palacio de los Páez de Castillejo, del edificio antiguo en que estuvo hasta 2011. Amenazaba ruina y cuando se abrió la ampliación se trasladaron los fondos allí y se cerró este centro.

El Ministerio de Cultura del Gobierno de España tiene pendiente comenzar unas obras que ya han cumplido el cuarto de siglo desde que se plantearon por primera vez y que han avanzado a paso lento.

Mucho menos lo han hecho las inversiones en el Museo de Bellas Artes, siempre lastrado por la falta de espacio. El Gobierno lo plasmó hace dos décadas en los Presupuestos Generales del Estado, cuando se preveía levantar una nueva sede en la zona de Miraflores, que hubiera permitido ampliar la exposición y dar espacio a un abanico más amplio de creación.

No se ha contado nunca con suelo para la nueva edificación y el Gobierno actual ha reconocido en varias ocasiones que ha dejado de ser una prioridad inmediata entre las inversiones previstas para Córdoba.