Día Mundial del Corazón
«Entré en parada veinte veces y a mi hijo de 15 años le dijeron que había muerto»
El Hospital Reina Sofía de Córdoba recoge testimonios y mesas informativas para concienciar sobre la prevención cardiovascular y su rehabilitación
Manuel Pan, jefe de Cardiología: «En otros sistemas, si el paciente no tiene dinero se muere»
Alfonso Fernández en el Hospital Reina Sofía de Córdoba
Al árbitro de fútbol americano Alfonso Fernández, de 52 años, hace un año que le cambió la vida después de un partido en un estadio. «Sufrí un caso de muerte súbita; caí redondo por una serie de paradas que se fueron repitiendo ... durante un tiempo». Lo relata con el miedo aún en el cuerpo durante los actos del Día Mundial del Corazón en el hall del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
Su corazón se paró hasta veinte veces en la grada del campo durante en la primavera de 2022. «Era árbitro de fútbol americano, terminé de arbitrar la jornada, y comencé a encontrarme fatigado; me senté en la grada del campo, pedí agua, y sufrí un paro cardíaco», revela. Sin embargo, este árbitro cordobés matiza que «todo lo que puedo contar es porque me lo han contado a mí. Eso fue un sábado, pero sólo recuerdo la cena del viernes, nada más, hasta el martes que desperté en la habitación del hospital en planta, y le pregunté a mi mujer ¿qué hago aquí?».
Alfonso había pasado tres días preguntando qué hacía allí, pero fue en esas 72 horas después de los infartos cuando ya tomó conciencia de lo que le estaba ocurriendo. «La reanimación fue inmediata, había un grupo de chavales, un paramédico y un técnico de ambulancias de Córdoba. Mi caso fue muy violento, entré 20 veces en parada», añade.
Este árbitro de fútbol americano reconoce que tuvo la gran suerte de que había gente experta en reanimación de varias partes de Andalucía. «Caí al suelo; me puse morado y el paramédico comenzó a aplicarme la RCP y el desfibrilador que había en el campo de fútbol», cuenta. «El paramédico reaccionó hasta que llegó la asistencia, que tardó un tiempo, me trasladaron en UVI móvil pero de camino al hospital tuvieron que entrar los que me habían reanimado en el campo de nuevo a ayudar al médico de Emergencias porque volví a entrar en otra parada», explica en Reina Sofía como una historia para olvidar.
Ocho paradas cardíacas más
Pero la cosa no quedó ahí en este pulso a la muerte de este árbitro. «En la UVI tuve ocho paradas más y cuando llegamos a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Reina Sofía y ya me habían hecho un cateterismo inguinal y me habían colocado un muelle volví a entrar en parada», explica aún con el corazón encogido. Lo más duro para Alfonso fue que desde el minuto cero «todo esto lo vio mi hijo de 15 años que estaba conmigo. Fue traumático e impactante, de las tres veces que le dijeron a mi hijo que estaba muerto, pues año y medio después estoy aquí».
El después es otra historia, apostilla. «La calidad de vida es ahora un período de adaptación muy complicado donde tienes que combinar el estado físico lamentable que te queda con el trastorno emocional, que tienes cuando despiertas y ves que tu vida ha cambiado radicalmente; son situaciones emocionales y físicas combinadas; como árbitro no he podido volver pero sí a mi trabajo de técnico en prevención de Riesgos Laborales».
La actividad como árbitro la ha abandonado, pese a salvar la vida, le ha quedado una frecuencia cardiaca muy baja de 103 pulsaciones que, según sus propias palabras «eso es prácticamente que no puedes hacer ejercicio, es decir, que no puedes».
El testimonio de Alfonso es uno de los que han formado parte de la jornada que conmemora el Día Mundial del Corazón junto a la Asociación de Pacientes Cardíacos de Córdoba (Aspacor), con un 'Cardiomaraton' con la asistencia de la directora gerente del hospital, Valle García y los cardiólogos Manuel Anguita y José López Aguilera, así como el presidente de la Asociación Provincial de Voluntarios de Protección Civil y Emergencias, Fernando Caballero; el presidente de la Federación Andaluza de Rehabilitación Cardíaca y la presidenta del Instituto Municipal de Deportes, Marian Aguilar.
Ver comentarios