La nueva PAC trae menos ayudas y más burocracia a los ganaderos de Córdoba

El análisis de este plan y sus consecuencias se ha centrado más habitualmente en la agricultura, aunque sus efectos también se dejarán notar en la actividad ganadera. Las organizaciones agrarias y los propios empresarios agropecuarios son conscientes de que descenderá la llegada de subvenciones desde la Unión Europea (UE) debido a las mayores dificultades para poder percibirlas.

Tradicionalmente son alrededor de 300 millones de euros lo que llega hasta el agro cordobés cada año desde Bruselas, lo que supone en torno al 28 por ciento de la renta agraria. A finales del pasado mes de octubre la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural hizo llegar a los productores de la provincia un montante económico de unos 186 millones de euros en concepto de anticipo de las ayudas de la PAC. Este dinero llegó a 37.615 industriales agrarios, ocupando una pequeña parte la ganadería con 2.257 perceptores, según la información facilitada a ABC por la Administración autonómica. De todos estos fondos financieros, 3,62 millones de euros fueron para explotaciones con ovino, 2,5 millones para las fincas con vacas nodrizas, 2,5 millones para el vacuno de leche y 153.779 euros tuvieron como destino a las granjas de caprino.

Noticia Relacionada

La Junta anuncia en Córdoba una línea de ayudas específicas para el sector del porcino ibérico

S. P.

Los ganaderos podrán optar a una cuantía de hasta 2.000 euros para afrontar las pérdidas por la sequía y la invasión de Ucrania

En Asaja han sido especialmente críticos con esta reforma y, sobre todo, con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, el cordobés Luis Planas, por la forma en que ha llevado la negociación del reglamento que regula las condiciones del plan en España. El director de los servicios ganaderos de esta organización a nivel provincial, José Luis Villafuerte, señaló que la merma de las ayudas percibidas por los productores agropecuarios podría situarse en torno a un 30 por ciento, «aunque en algunos casos las pérdidas serán seguramente mayores». A su juicio, el mayor problema que se origina a los ganaderos con la nueva PAC es el incremento considerable de trámites burocráticos y de requisitos para poder acceder a las subvenciones comunitarias.

Uno de los grandes caballos de batalla durante los últimos dos años con la UE y el Gobierno central ha sido la aplicación de la figura de los ecoesquemas, que sustituyen al «pago verde» y que suponen aproximadamente un tercio de los fondos ligados al cumplimiento de una serie de condicionantes medioambientales. Asaja se queja especialmente de la obligación que se establece a los ganadores para que mantengan un control exhaustivo de forma diaria con un cuaderno digital de la ubicación de sus animales en cada momento a fin de demostrar que pastan, al menos, 120 días al año en el campo. «Es una barbaridad y consideramos que es inviable porque, de esta forma, cada productor tendría que tener un satélite para él a la hora de conocer la situación de sus ejemplares», subrayó Villafuerte.

Según la información facilitada por la patronal agraria, los pagos acoplados para las vacas nodrizas se mantienen, pero no ocurre lo mismo con el ovino al reducirse de 36 a 12 euros por oveja que cobrarán desde el 1 de enero los ganaderos. «Es verdad que se crea una nueva ayuda ligada al pastoreo, pero es muy enrevesada y se requieren muchos requisitos para poder acceder a ella, por lo que muchas explotaciones desaparecerán», indicó el técnico de la organización.

Según manifestó, «los ganaderos mantienen muchas dudas y sienten una gran incertidumbre porque desconocen qué pasará a partir del mes que viene, además de los problemas derivados del considerable incremento de la burocracia para poder percibir las subvenciones». Por todo ello, Asaja ha pedido formalmente al Ministerio que aplace un año la entrada en vigor de la PAC para que los productores puedan planificar bien su actividad.

Por su parte, el responsable de la ganadería Las Albaidas, Felipe Molina, lamentó que «se suponía que esta PAC serviría para apoyar más a los productores que más trabajan por el medio ambiente, como son los que trabajamos la ganadería extensiva, pero, en su lugar, se exige mucho más papeleo y trámites específicos que dificultan de manera considerable nuestra labor».

En su opinión, los que tendrán más problemas son los productores de mayor edad al obligarles a hacer el seguimiento de sus reses con un cuaderno digital. Este empresario también afeó el aumento de los obstáculos para que el pastoreo realice sus labores de limpieza de las tierras de olivar de sierra a fin de evitar los incendios forestales. «O el Ministerio suaviza todas estas normas o la puesta en marcha de esta reforma va a ser muy conflictiva», concluyó Molina.