El norte de Córdoba se convierte en la 'cenicienta' para el Gobierno de Pedro Sánchez

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Francisco Poyato

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Y aunque los esfuerzos empresariales por reconducir la situación no faltan, y hasta las líneas de ayudas públicas vuelven a una comarca resentida por la descarbonización, no parece que otros factores necesarios para mejorar su situación tengan cabida. Una línea de ayudas que además siempre suscitan dudas con antecedentes como los Fondos Miner, que terminaron en los tribunales con una severa condena a la exalcaldesa de Peñarroya, Luisa Ruiz (diez años de cárcel acumulados en dos sentencias), y varios empresarios por irregularidades en su gestión.

El suministro de agua, la potencia eléctrica, las carreteras... y ahora la 'guerra del jamón' con Guijuelo después de que el Ministerio de Agricultura haya admitido una bajada de los estándares de calidad para que el marco salmantino pueda vender piezas cruzadas no ciencpor cien ibéricas aumentando, además, la densidad de animales sobre la dehesa que se le limita a zonas como Los Pedroches. El tiempo pasa y la sensación es la contraria a una pronta mejora puesto que algunos de estos problemas se agudizan en lugar de abrir salidas.

La conexión de La Colada con Sierra Boyera a partir de un proyecto de la Junta de Andalucía de 9 millones de euros lleva varado en las mesas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir casi dos años. Todo han sido objeciones para un proyecto histórico (se remonta a 2008) que garantiza el suministro de agua para una zona que ha sufrido un año de cortes por la falta de dotaciones en óptimas condiciones y una sequía severa.

El órgano de cuenca y su presidente Samuel Moraleda han manifestado de manera clara su negativa a que ese proyecto se haga. Luego han dado argumentos: exceso de dinero, caudal, tomas y duplicidad con la actuación de emergencia que ya acometió el Gobierno con luces y sombras. La Junta de Andalucía y la Diputación ha retocado el plan y llevan meses nuevamente de espera a que la CHG conteste, dilatando los tiempos además de forma llamativa.

La potencia eléctrica es otro de los reveses del Gobierno de Sánchez. La falta de una red de alta tensión óptima es una falla que arrastra especialmente el Guadiato desde tiempos inmemoriales. Los planes de transporte de energía eléctrica que viene diseñando el Ejecutivo no cuentan con las obras necesarias para reforzar el mallado y facilitar la llegada de empresas. Ni para el horizonte 2025 ni para el 2030. El área entre Extremadura y Peñarroya en continuidad hacia la capital cordobesa es la más sensible.

Hace unos días, y en un lapso de 24 horas, el Ministerio de Transición Ecológica decía que podría estudiar las demandas de Córdoba y la vicepresidenta María Jesús Montero aseguraba esta dotación con 100 millones de euros -mientras el país lleva varios ejercicios sin presupuestos generales-. La Administración autonómica y la Diputación de Córdoba van a presentar alegaciones por enésima vez.

Otro frente es la carretera N-432, que atraviesa todo el Guadiato y sirve de tronco a otras vías hacia Los Pedroches, y su conversión en autovía. Un imposible. El Ministerio de Transportes no está por la labor -el propio titular Óscar Puente ya lo dijo hace poco en Córdoba, que no era una prioridad- y han pasado ya siete años de gobierno socialista sin que se haya movido prácticamente un papel.

La última zancadilla ha venido con el tramo Badajoz-Espiel, para el que ya hace años el estudio informativo que hay ponía en duda la necesidad de acometer una autovía en territorio cordobés. Ahora, en su declaración de impacto ambiental se ha desgajado precisamente el itinerario que va desde la A-66 al pequeño municipio de Sierra Morena y no se ha valorado, solamente el de Badajoz-Zafra para seguir adelante. De los estudios y valoraciones ambientales de los subtramos entre Espiel y Córdoba y la capital con Granada tampoco hay propuestas del Estado.

Entre tanto, la siniestralidad contrasta con esta desidia, por cuanto se acumulan accidentes y víctimas mortales (nueve en lo que va de 2025) para un viario que desde hace cuatro años suma más de veinte fallecidos y 160 heridos.

El jamón se ha convertido en el último palo en las ruedas de esta comarca que tiene en este producto y su dehesa uno de los principales valores y activos socioeconómicos. La Denominación de Origen de Guijuelo (Salamanca) ha conseguido un cambio en su reglamentación para impulsar la venta de jamones cruzados (ibéricos cien por cien y otra raza como la duroc) bajo etiqueta protegida.

El Ministerio de Agricultura del cordobés Luis Planas lo ha aceptado -defiende que es legal- pero le propina a otros marcos como el de Los Pedroches -donde los estándares son más exigentes y costosos- una patada en el trasero. Como la densidad de la cría en la dehesa por hectárea y números de ejemplares, aumentada en el caso de Guijuelo a 100 ejemplares (por los 12 con los que trabaja Córdoba). En el año 2024 se certificaron casi 68.000 piezas en esta comarca cordobesa entre jamones y paletas cien por cien ibéricas.