Una Navidad de dulce acechada por la inflación en Rute

No en vano, la actividad vinculada a esta festividad es uno de los principales soportes económicos y de generación de empleo de este municipio de la Subbética. ABC ha sondeado a distintos representantes de este sector empresarial, entre los que cunde la esperanza de que la campaña sea un éxito en términos comerciales y turísticos tras el duro golpe que recibieron durante los dos años de pandemia, aunque alertan de los negros nubarrones que supone el encarecimiento de sus costes de funcionamiento y de la cesta de la compra de los consumidores.

El gerente de Galleros Artesanos, Jorge Garrido, confía en que la próxima campaña navideña sea «buena», pero sus previsiones son que las ventas podrían reducirse en torno a un 10 por ciento por la fuerte inflación. Este directivo aludió a otro elemento que genera incertidumbre como es la importante subida de sus gastos en elementos como las materias primas y la electricidad, que, según afirmó, se han duplicado en muchos casos, o los recursos para empaquetar sus productos, que se han encarecido un 30 por ciento. Ante este escenario, la firma ha tenido que recurrir a bolsas más pequeñas con precios más asequibles.

Este representante empresarial señaló que estos mayores costes «nos han impedido innovar en la medida que nos gustaría en cuanto a sacar al mercado nuevos productos», aunque resaltó que este año pusieron en marcha una nave con una nueva línea de fabricación de pestiños y roscos fritos a través de la que se han generado un millar de puestos de trabajo. La compañía gestiona el Museo del Chocolate, en el que aspiran a volver a cifras de visitas similares a las del periodo precovid con su tradicional belén y una escultura de la Virgen del Carmen del Perchel de Málaga. En la Flor de Rute ya llevan un par de semanas trabajando para llenar el mercado de sus productos.

«Se presenta una campaña complicada por la carestía de nuestras materias primas con un crecimiento de su valor que ha sido brutal para nosotros», señaló su gerente, Juan José Garrido, quien explicó que «no nos ha quedado más remedio que subir un 15 por ciento de media el precio de nuestras producciones». Según apuntó, «nos preocupa que se pueda retraer la demanda, pero no esperamos que sea excesivamente porque se trata de una oferta muy estacional y con un consumo muy focalizado en unas fechas que destacan por ser muy familiares».

A pesar de ello, este empresario aseguró que su plantilla no se verá afectada por todas estas circunstancias. «Para este inicio de campaña cuento con las alrededor de 40 personas que tenía el año pasado en estas fechas», subrayó. Garrido destacó la fuerte subida de las ventas a través de Internet que se registró en la pandemia, unas cifras de comercialización que, según detalló, se están manteniendo en unos niveles elevados este año. Para incentivar el canal online, la Flor de Rute ha renovado su tienda virtual con más ofertas y concursos para «premiar la fidelidad de nuestros clientes».

Los productos cárnicos también tienen su hueco en la oferta de la localidad en las fiestas navideñas. El responsable de Jamones Rute, Juan Jiménez, señaló que «afrontamos la campaña con ilusión tras haberlo pasado muy mal durante la crisis sanitaria del Covid con una importante bajada de nuestras ventas en los dos últimos años». «Pese a sufrir pérdidas, nos hemos mantenido sin realizar ningún ERTE, aunque ahora nos hemos encontrado con el problema de la fuerte alza de nuestros costes, lo que nos genera una gran incertidumbre», aseveró el representante empresarial. En su caso, los precios de sus productos se han incrementado entre un 5 y un 6 por ciento, «algo que no cubre ni de lejos la subida del valor de nuestras materias primas».

El sector de los licores está formado en Rute por cuatro empresas, entre las que sobresale la fabricación y la comercialización de anís en el ciclo temporal en el que se celebra la Nochebuena y la Nochevieja. Una de ellas es Destilerías Duende, cuyo gerente, Anselmo Córdoba, auguró un crecimiento de las ventas en su actividad este año de en torno al 44 por ciento con cerca de un millón de litros comercializados, «aunque hay que recordar que en 2021 sufrimos un descalabro importante con una caída que llegó al 60 por ciento».

Córdoba recordó que «la campaña de Navidad es muy importante al suponer más de la mitad de nuestro volumen de negocio anual». El también responsable del Museo del Anís se refirió igualmente al alza de las cotizaciones de sus suministros básicos, como es el caso del azúcar con el que elaboran el alcohol o el vidrio para empaquetar sus mercancías, con avances del 55 y el 32 por ciento, respectivamente. «Nuestros precios no han crecido en la misma medida, por lo que nuestros márgenes de beneficios se ven afectados», remarcó.

La campaña de Navidad de Rute también se escribe con grandes cifras desde el punto de vista turístico. De las 120.000 personas que cada año se acercan a la localidad de la Subbética, un 80 por ciento lo hacen en estos meses en los que el pueblo huele a polvorones y anís. Visitar Rute en octubre, pero sobre todo en noviembre y diciembre, supone adentrarse en un municipio tomado por el turismo.

En 2019, justo antes de la pandemia, más de un millar de autobuses y unas 90.000 personas pasaron por la localidad. Esta auténtica avalancha de visitantes obliga al Ayuntamiento a hacer un auténtico esfuerzo de coordinación de todos sus servicios en colaboración con las empresas que reciben a los turistas, para que cada persona se vaya con una buena imagen de su visita y vuelva al año siguiente, como indica María Dolores Peláez, concejala de Turismo. «Somos un pueblo de 10.000 habitantes y la campaña supone un reto a nivel de tráfico, limpieza, de embellecimiento de nuestras calles y plazas... de adaptarnos tanto a las necesidades de escolares como de personas mayores que nos visitan» apunta la edil ruteña.

Gracias a ello Rute es desde el año 2020 el único pueblo de la provincia de Córdoba que cuenta con el título de Municipio Turístico que otorga la Junta de Andalucía. A ello contribuye también una programación cultural diseñada específicamente para esta época del año, como el ciclo de música clásica o los talleres gastronómicos en los museos y los patios más emblemáticos de la localidad o el importante número de pruebas deportivas y de disfrute del bello entorno natural de su sierra y parajes, enclavados en pleno Parque Natural de la Subbética que se prodigan en estas semanas.

Por último el Ayuntamiento lleva unos años potenciando una serie de rutas turísticas como la del Agua o la de Rafael Alberti, pensadas para mostrar al turista «que Rute es mucho más que anisados y mantecados», apunta Peláez, que señala como objetivo a medio plazo la «desestacionalización de la afluencia turística»

Este esfuerzo, implementado con una importante campaña promocional, a la que el Ayuntamiento destina unos 40.000 euros gracias a distintas subvenciones, hace que encontrar un alojamiento rural en Rute durante los fines de semana o puentes de esta época del año sea una odisea.

También tiene su reflejo en la hostelería. Así, durante la campaña navideña los 30 restaurantes, tabernas y bares típicos de la localidad trabajen a pleno rendimiento casi a diario, generando unos 125 empleos durante la campaña, que se suman a los 350 de las fábricas de mantecados y dulces navideños, los 45 que suplementan a las plantillas fijas de las empresas de anisados o los 30 de las factorías de embutidos y chacinas, según datos de 2019 facilitados por María del Carmen Rodríguez, responsable de la Oficina de Turismo.