Poli´tica
Marlaska «no comparte» la imputación del Fiscal General del Estado e insiste en que «contestaba a un bulo»
El ministro del Interior niega que haya desvelado ningún secreto y reitera que todo partió del entorno de la presidenta de Madrid
El juez implica a Presidencia del Gobierno en las «gestiones» para filtrar el mail del novio de Ayuso
El juez podrá acceder a todas las llamadas que oculta García Ortiz, pero lo tendrá más difícil para recuperar los mensajes
Fernando Grande-Marlaska y Yolanda Díaz, en el acto en la Prisión de Córdoba
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha vuelto a defender este lunes al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la actuación por la que se la ha imputado y citado a declarar en el caso de la pareja de la ... presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Aseguro que «no comparte» la decisión de la investigación: «Creo que también decir esto es también propio de un Estado de Derecho, si se justifica el porqué». Y la causa es que lo que hizo fue contestar a un bulo, manifestó en un acto en la Prisión Provincial de Córdoba.
«No creo que haya existido ninguna revelación de ningún secreto», dijo el ministro, que ha insistido en que fue el entorno de Díaz Ayuso, y en concreto su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, «quien filtró que existía una causa por delitos contra la Hacienda Pública y falsedad documental contra la pareja de la presidenta».
Lo que hizo el fiscal general del Estado, insistió Fernando Grande-Marlaska, fue «referir que no había habido una propuesta de acuerdo por parte de la Fiscalía, sino que la propuesta de acuerdo venía de la defensa de la persona investigada». «¿Cuál era realmente la revelación?», concluyó.
Más adelante se preguntó de dónde venía la filtración, y la respondió sin dudar: «El señor Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid. ¿Podemos decir que si hay un acuerdo o no hay un acuerdo? ¿Quién propone eso, el secreto? Eso forma parte de lo que podríamos decir el núcleo duro de la intimidad».
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