La maestra cordobesa que hace de Rey Mago: «Tengo niños cuyas realidades son tan complejas que a veces no tienen ni un regalo»

El pasado 9 de enero, justo después de las navidades, la historia que cuenta en una breve consecución de tweets ha sobrecogido a todo el que lo ha leído. No es para menos, gesto esta maestra de Educación Infantil en la escuela pública merece ser conocido. Tal y como cuenta en esta red social, tras unos años de maestra entre los más pequeños fue consciente que había pequeños que el 6 de enero al despertar no encontraban ningún regalo en el salón de sus casas. Y es que en la vorágine y el ritmo de nuestras vidas, y de estas celebraciones más aún, a veces no somos conscientes de que el día más feliz del año para la mayoría de los niños es uno más para ciertas familias. A todos los hogares no llegan los ansiados Reyes.

«Y me dolía saberlo, y ver sus caras al escuchar a los compañeros. Aunque explícitamente yo no les pregunto, ellos terminan contando con la naturalidad de los niños que acaban de vivir el día más bonito del año. Algunos llegaban a inventar lo que hubiesen querido tener, fantaseando con historias imposibles de creer, pero necesarias para seguir creyendo en otra vida mejor», asegura.

Por ello, desde hace uno tiempo se pone manos a la obra y organiza con mimo una mañana de Reyes en la escuela. «Preparo algunos regalos, y al llegar a clase tras las vacaciones, los abrimos juntos, y como son de 'todos', ellos se sienten parte de ese momento, y hablamos de o que 'nos han traído los Reyes', y no os podéis hacer a la idea, de lo felices que son. Sus caras de sorpresa son para mí, un regalo que no tiene precio», relata emocionada la maestra.

No podemos olvidar que a veces la vida es tremendamente dura para muchas familias, en las que los niños más pequeños, no alcanzan a comprender que esa 'magia' de la Navidad sea para todos menos para ellos. «Y sin embargo ahí están, con su sonrisa y su cariño cada día. Como para no quererlos y tratar de darles un instante, un momento por simple que sea, de felicidad», culmina su breve relato.

El gesto de amor y entrega de esta maestra no ha pasado desapercibido. El hilo cuenta ya con más de mil 'Me gustas' y reacciones como estas: «Eres maga. Y reina, reina también», «Con muchas personas como tú, el mundo sería maravilloso. Que suerte tienen esos alumnos de tenerte», «En nombre de esos niños: gracias!» o «Un gesto muy bonito por tu parte para que mantengan la ilusión».

Una twittera, @palocaspe, le agradece el gesto contando su testimonio personal: «Tengo 63 años, la última de seis hijos. Siempre recibí regalos, pocos y nunca cómo los de mi vecina Mari Carmen, hija única. Recuerdo ese sentimiento de injusticia. Gracias por luchar por los más frágiles. Me emociona».

Queda patente que la mayoría de los maestros, como la 'Señorita Rotesmeyer' (a la que no hace justicia su apodo en Twitter), son de otras pasta, otra sensibilidad, se las arreglan para darle la vuelta a ciertas realidades y gracias a ellos se forjan los valores de unas de las épocas más importantes de nuestra vida.