inclusión
La madre del menor tutelado con discapacidad que se fugó en Córdoba afea a la Junta tenerlo «aislado con sarna»
La progenitora denuncia en un escrito que no le facilitan el contacto con su hijo tras haber contraído esa afección
El Defensor del Pueblo pide un informe a la Junta sobre el menor tutelado con discapacidad que se fugó de un centro en Córdoba
La madre del menor con discapacidad tutelado al que la Junta de Andalucía cambió de centro de protección de Córdoba a Cádiz después de denunciar su huida varias veces del centro y los problemas que habían surgido de convivencia ha denunciado ante la Consejería ... de Inclusión y Juventud «la falta de higiene y salubridad del segundo centro gaditano al que ha sido trasladado su hijo que ha contraído sarna y se encuentra aislado por lo que no puede recibir su visita».
En un escrito remitido a la Junta, la madre de este menor ha denunciado que su hijo, tras cursar estudios en un IES de El Carpio, fue trasladado al CPM Juan de Mairena, de Córdoba, por sufrir unos trastornos en el comportamiento y entender la Consejería de Inclusión al efecto que el menor se encontraba en estado de desamparo.
Una vez en el centro de la capital cordobesa, la situación del menor sólo ha empeorado escapándose con regularidad y estando varios días en paradero desconocido, no suministrándose la medicación adecuada, y sufriendo diversos episodios de burlas y amenazas por los compañeros del centro. Unos hechos puestos en conocimiento del Defensor del Pueblo.
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El representante legal de la madre recoge en este escrito remitido a la Administración andaluza «que la solución a los problemas del menor no es que la tutela del menor la tenga la administración pública competente por considerarlo en desamparo y que el mismo esté en un centro de acogida, sino que su hijo «reciba los cuidados y tratamiento médico adecuados teniendo en cuenta sus limitaciones cognitivas y su alto grado de discapacidad«.
Tras esta medida, la Delegación territorial de la Junta de Andalucía de Política Social, unilateralmente, según la progenitora, y para «remediar» los hechos antes narrados, decidió trasladar al menor a un centro en la provincia de Cádiz, distanciando al mismo todo lo posible de su núcleo familiar y personal, y cuando se va a producir la primera visita del menor con su familia para el sábado 26 de abril, y tras llevar el mismo desde su ingreso en el nuevo centro ubicado en Rota sin tener apenas comunicación con su familia natural, desde el mismo.
En este sentido, esta madre denuncia que donde se presupone que el menor debe de estar auspiciado y cuidado, «como si se tratara de su propia casa», se le informa a la familia que no asistan puesto que «su hijo está aislado porque tiene sarna, teniendo el mismo que estar en cuarentena».
Medidas sanitarias «inexistentes o nulas»
Es decir, que en el propio centro donde el menor está ingresado, «como no sólo se imposibilita que el mismo tenga relación con su familia y entorno, perturbando con ello su bienestar y su vida, sino que las medidas sanitarias y alimenticias del centro en cuestión, son inexistentes o nulas, afectando con ello a los menores internos en el mismo«, señalan.
No podemos olvidar, recuerda esta madre en el escrito, que la sarna se contagia por contacto directo de piel a piel con una persona infectada. También se puede contagiar por objetos contaminados, como ropa de cama o toallas.
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Por lo tanto, y aunque se supone que los distintos administradores del centro son expertos en la materia, esta parte letrada le da traslado de las formas de prevenir esta enfermedad, son: Para prevenir que la sarna regrese y evitar que los ácaros se propaguen a otras personas.
El mismo escrito recuerda a la Consejería de Inclusión que «la limpieza, orden, y habitabilidad del centro de menores, brilla por su ausencia, lo que perturba la salud, vida y desarrollo de los menores que se encuentran en el mismo«.
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