La Graílla
LA guitarra
Un alcalde dormirá más tranquilo si sus ciudadanos sólo se preocupan por la inclinacion de la rampa
Liberalismo fluido (27/7/2024)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónAntes que de la guitarra, de esa gran atracción con forma de instrumento musical gigante que parece tener tantos descontentos como adeptos, en esta ciudad tendría que hablarse de los cambios en el Gobierno municipal, del volantazo con que el alcalde ha querido tapar ... las goteras y quizá también, quién sabe, dar un toque de atención a quienes son nuevos en la Administración del presupuesto municipal. Será letra pequeña o fontanería de la que no se ve, pero interesaría más si se tuviera en cuenta el dinero público que se maneja y a lo que se destina.
Tal vez, relacionado con eso, la conversación pública debería servir no para medir la temperatura de la guitarra, sino también para hablar de que en esta semana el mismo Ayuntamiento ha conseguido culminar la obra en dos de los muchísimos espacios que forman su patrimonio.
La reconversión de la antigua escuela infantil municipal en la calle Don Rodrigo en pequeños apartamentos para mayores es una buena noticia porque permite crear una pequeña comunidad de cordobeses de siempre en plena Ajerquía en esta época de apartamentos turísticos y porque da solución a gente que llegó a la edad de jubilarse sin haber podido cotizar demasiado para una buena pensión.
La creación de aulas y despachos en el Cuartel de Lepanto para una Casa de la Solidaridad que dará sitio a las todavía llamadas oenegés quizá pueda tener opiniones encontradas, pero ambos proyectos enseñan que el Ayuntamiento tiene patrimonio inmobiliario por toda la ciudad, que a veces languidece, a veces duerme sin hacer otra cosa que generar gastos y a veces hasta sirve.
Con eso enlazaría a las obras del antiguo convento de Regina, uno de esos pesos muertos que los distintos Ayuntamientos han tenido que soportar desde hace décadas. Y sin necesidad, porque el viejo monasterio de monjas dominicas no es Silos ni la Cartuja de Miraflores, sino cuatro paredes blancas, una portada de piedra como hay cientos en Córdoba y un artesonado que se podría hacer techo de museo en otro sitio para que en el lugar se abriese un jardín arqueológico con los restos del antiguo claustro sin hacer más inventos en un lugar que quizá no tenga más.
Sí, todo eso es más trascendente que el gran tobogán del Parque del Flamenco, pero tal vez un alcalde de Córdoba duerma a pierna suelta cuando sus ciudadanos andan a la greña por considerarla demasiado grande, por la rampa de subida y por los grados de inclinación de la bajada y hasta se sorprendan de que la chapa queme la mano al recibir el sol del verano.
Sí, tal vez sea como aquel granito rosa del Puente Romano, como la rosaleda que se cercenó para levantar una estupenda biblioteca, como el Burger King frente a la Mezquita-Catedral. Bellido no tendrá que temer si recuerda que aquellas polémicas que levantaron manifiestos y encendieron debates costaron a los partidos que estaban en la Junta, el Gobierno central y el Ayuntamiento tantos votos como cero.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete