Julio Benítez: «Antes ibas a Madrid toreado, pero ahora vas a Las Ventas para poder torear»

-Tuvo un accidente muy grave de moto. ¿Le quedaron ganas para volver a conducirlas?

-Uff. Ese riesgo ya me lo he quitado. Lo he descartado de mis opciones posibles mortales. Lo pasé muy muy mal. Tuve una fractura abierta de tibia y peroné. Un edema cerebral y un coágulo. Lo peor fue lo de la pierna. Me he recuperado pero tengo secuelas, sobre todo, cuando abuso de ella. Cuando hago mucha carrera continua noto molestias. Pero, en general me encuentro bien. Estoy fuerte. Me tuvieron que intervenir dos veces. Fue bastante duro, la verdad. No se me olvida.

-Le ocurrió en un momento donde se veía muy acartelado.

-Es cierto. Había toreado dos tardes con Manolo (Díaz), teníamos una previsión de festejos en adelante. Pero pasó esto. Entre el accidente y la pandemia... Son ya casi seis años sin poder torear con cierta periodicidad. Muchas veces ya pierdo hasta la noción. La operación fueron dos años y pico parado... Teníamos firmadas muchas corridas. Pero llegó el parón.

-Vuelve a anunciarse su nombre en un cartel (Osuna). Imagino que son sensaciones muy especiales.

-Mucho. Porque el toreo está como está. Está muy complicado para todo el mundo. Que te llamen para anunciarte en los tiempos que corren, con todo tan dificultoso, hace que uno se sienta muy contento. Cada vez hay más problemas para torear.

-Solo en activo, Finito, Lagartijo, que no ha toreado, y usted, que está en ello. Hablo de toreros de Córdoba.

-Sí, somos tres. Con lo que es Córdoba, esto está así.

-¿Le gustaría participar en un festejo de cordobeses?

-Hombre, sería una buena opción para contribuir a regenerar el interés que se está volviendo a ver por los toros. Protagonistas como Manuel Román, en Córdoba, están ayudando a que se vuelva a hablar de esto. Después de la pandemia, diría que cada año veo a gente con más y más ganas de toros. Creo que se debe apostar por los que estamos. Por todos.

-Pasan los años y no pierde ni un ápice la afición, la pasión por esto.

-El que ha vivido esto desde pequeño, sabe de lo que hablo. Es lo que sé hacer, lo que me gusta, lo que me hace sentir. Es un poco complicado de explicar. Porque el toreo es algo que absorbe todo lo demás.

-La sombra del V Califa, ¿cómo se asume?

-Ser hijo de una persona tan grande como mi padre, con ese carisma, con esa personalidad obviamente no es fácil. Porque siempre van a intentar compararte. Pero cada uno tiene su forma de interpretar, de ser... En el toreo tienes que convencer al público con la muleta y con la espada. Yo no reniego de mi condición, porque me siento orgulloso de ella. Ya me gustaría a mí, llegar siquiera a la mitad de lo que ha sido mi padre. No es fácil resolver con esa sombra detrás. En cierta medida, te eclipsa, buscan en ti a una réplica. Yo no soy como él. He sido fiel a mi forma de ser e interpretar el toreo.

-¿Qué le dice su apoderado sobre este asunto?

-Llegamos a ponernos de acuerdo en lo que yo quiero ser. Sabía que era una persona que me iba a aportar a nivel taurino, porque es un gran matador de toros. Pero es que también sabía que me iba a aportar más, si cabe, como persona. Es una grandísima persona. Confío plenamente en él. Es una persona que se entrega y que se vuelca. Encontrar a una persona así, hoy en día, no es fácil.

-¿Cómo se madura en torero?

-Estoy en una época muy buena. Me ha pillado en un momento muy óptimo, físicamente y mentalmente. Con los años, con el tiempo, las experiencias te van curtiendo. Veo la profesión desde otra perspectiva. Cuando empiezas vas más revolucionado. Ahora todo se divisa de otra forma. Tengo las ideas más claras que nunca.

-¿Qué es lo que considera que ha cambiado más en el toreo en los últimos años?

-Ha cambiado mucho. Los apoderados de ahora no son como los de antes. Ahora tienen que ser un poco de todo a la vez. Y, desde el ámbito de los toreros, aún más. Antes ibas a Madrid, a Las Ventas, ya toreado, para confirmar. Ahora tienes que ir a Madrid para poder torear. Es como el mundo al revés. Y no es fácil, ya le digo. Porque la situación no es sencilla si no estamos toreando lo que nos gustaría.

-Su reto es confirmar en la plaza de toros de Madrid.

-Ése es mi objetivo. Confirmar en Las Ventas. Quiero hacer todo lo posible para ver si tengo opciones de hacerlo. Sé que resulta complicado. Me ilusiona marcarme ese reto. Tengo que ir allí y dar la cara. Asumo, incluso, que hacerlo pueda jugar en nuestra contra, pero tengo que confirmar allí. Y me veo capacitado para ello.

-Porque, en la feria de Córdoba...

-Lo hemos intentado. Pero este año no ha sido posible. También me ilusiona volver a mi tierra. En la feria pasada no había opción; hemos estado luchando por intentar entrar, no se ha podido. Se ha considerado que no era el momento. Pero mi ilusión es volver a hacer el paseíllo en Los Califas.