LIBRE DIRECTO
Belmonte, Chaves Nogales y Córdoba
Fue en la ciudad, cuna de califas del toreo, donde el Pasmo de Triana se vistió por última vez de luces
Córdoba, 15 de noviembre de 1936: el último toro de Juan Belmonte
Córdoba
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Iniciar sesiónEl pasado martes se presentó en el Real Círculo de la Amistad la reedición del libro 'Juan Belmonte, matador de toros', célebre biografía novelada escrita en 1935 por Manuel Chaves Nogales sobre el diestro sevillano, recuperada por la editorial Almuzara, con prólogo de ... Andrés Amorós, ilustraciones de Martínez de León y edición de Antonio Cuesta. Se terminó de imprimir el 8 de abril de 2025, aniversario del fallecimiento de Juan Belmonte García (1892-1962) el revolucionario del toreo que transformó los cánones del arte taurino.
Más allá del concepto de libro taurino, nos regala interesantes reflexiones de Belmonte, como lo que el andaluz pobre anhelaba: «Un cortijo con parrales. Es decir, sombra bajo la que guarecerse en el vasto campo achicharrado por el solazo implacable. Pan, aceite, carne y luz. La telera blanda y morena, un bistec, como los señoritos, y el cuerno colmado de zumo de oliva... Así es la felicidad, tal y como los braceros andaluces son capaces de representársela». Pero si les hablo del libro es por sus pinceladas cordobesas. Fue en la docta Córdoba, cuna de califas del toreo, donde el Pasmo de Triana se presentó por última vez vestido de luces, un 15 de noviembre de 1936, y en el cartel le acompañó el rejoneador cordobés Antonio Cañero. También recoge su anécdota con Rafael Guerra: «Desde su olimpo de la calle Gondomar, me había sentenciado: Darse prisa a verlo torear, porque el que no lo vea pronto no lo ve».
Incluye el encuentro con un cordobés en Panamá: «Era conserje de la plaza de toros, desde hacía 20 años, un cordobés castizo; hombre grave y sentencioso, como buen cordobés.
- ¿Qué ha hecho usted aquí tantos años, compadre?, le pregunté el día que nos conocimos. Movió lentamente la cabeza y contestó: Llevo aquí 20 años enseñando a los que vienen de España a no dejarse engañar por esta gente. Hizo una pausa, tragó saliva y agregó:
- Y al final, todos me han engañado a mí. Su serena resignación ante la ingratitud humana bastaba para identificarle como paisano de Séneca».
Y no podemos olvidar la etapa cordobesa de Chaves Nogales (1897-1944), ese gran representante de la tercera España en tiempos fratricidas. En 1920 se trasladó con Marcelino Durán de Velilla a nuestra ciudad como redactor del diario 'La Voz' y en julio de ese año nació aquí su primera hija, Pilar. En 1921 estrenó en Córdoba la obra de teatro 'Las inquietudes de Ernestina', escrita con el periodista pontanés Joaquín García-Hidalgo. En 1923, estrenó en Puente Genil 'Rescoldo que se hace llama', también, con García-Hidalgo. Su etapa cordobesa la recogió en 1926 en el cuento, 'El hombrecillo de la limalla de oro', que ganó el concurso de relatos de 'El Liberal' de Madrid: su protagonista es un orfebre de nombre Rafael.
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