DESDE SIMBLIA

Empieza a ser habitual

En tres semanas ha habido tres graves problemas que han dejado tirados a miles de pasajeros de Renfe

Una nueva incidencia técnica vuelve a dejar parado un AVE entre Madrid y Sevilla

Córdoba

16/05/2025 a las 06:48h.

En los últimos tiempos los desastres ferroviarios en Andalucía se suceden con una frecuencia que llama la atención. El funcionamiento de los trenes es propio de un país subdesarrollado. Todo ello, pese a que el ministro del ramo, Óscar Puente, afirmó en el Congreso de ... los Diputados, no una vez sino dos, que «España vive el mejor momento ferroviario de su Historia». Lo aseveró sin vacilar cuando la red de alta velocidad había empezado a dar problemas tan graves que los retrasos empezaban a ser algo habitual.

Esa situación había hecho que la devolución de la totalidad del importe del billete o una parte del mismo, si el retraso del viaje llegaba a unos minutos, no muchos —era un compromiso de Renfe que ponía de manifiesto la puntualidad de los trenes en España que se había convertido en un signo de la modernidad del país— fue eliminado por el ministro, que señaló que los retrasos sólo se compensarían cuando fueran tan grandes que resultaban bochornosos, casi impensables, pero que se han hecho realidad. Era una clara muestra de debilidad ferroviaria y de la falta de confianza en el tren.

En tres semanas ha habido tres graves problemas que han dejado tirados a miles de pasajeros de Renfe que utilizaban la línea Sevilla-Madrid, Málaga-Madrid o Granada-Madrid, todas las cuales confluyen en Córdoba. Horas de demora, pérdidas económicas, imposibilidad de conectar con otros medios de transporte, personas, sin comida, sin agua, sin siquiera una explicación de lo que les estaba ocurriendo.

Óscar Puente, mientras estos problemas eran una realidad angustiosa para miles de viajeros, estaba a lo suyo. Al insulto a la oposición, al ataque a los jueces que buscan esclarecer la verdad de lo ocurrido con la esposa de Sánchez o con su hermano, a atacar a los medios de comunicación que, informando de lo que ocurre, ponen en evidencia su gestión.

El ministro Óscar Puente busca justificaciones como el sabotaje para explicar el robo de cobre en la red ferroviaria —algo que se produce con tanta asiduidad que empieza a ser normal— o trata de endilgar a otros los fallos de gestión que se acumulan en su ministerio.

Algo que no debe causar sorpresa cuando un personaje como Koldo García era miembro del consejo de Renfe Mercancías o miss Asturias ocupaba un puesto en Logo rail empresa filial de Renfe. Con esos polvos no son de extrañar estos lodos con docenas de trenes parados, miles de personas angustiadas, aglomeraciones en las estaciones de gentes sin saber que va a ocurrir con sus planes de viaje. Pero Óscar Puente, con mucho cuajo, afirma que «España vive el mejor momento ferroviario de su Historia».