Indra Group baraja hacer del recinto de San Carlos su propio centro formativo

Ahora está trabajando en buscar suelos o instalaciones para su segunda sede, que servirá para las infraestructuras metálicas avanzadas, o lo que es lo mismo, centro de control y mando de defensa operativos para su traslado en cualquier momento y a cualquier punto y dotados tecnológicamente.

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María Jesús Pérez

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Pero en la agenda interna de Indra hay más contratos y proyectos que van a recalar en Córdoba. Al menos, como también informó este periódico ayer, una decena que puede estirarse en una coyuntura en la que las urgencias del sector defensivo apremian a los grandes actores de este sector. Más si cabe con una absorción de Escribano en puertas, que lleva ya más de año y medio trabajando en Rabanales 21 con su contrato 'estrella' del lanzacohetes del Ejército de Tierra. Una alianza que puede multiplicar esa captación de encargos.

En este contexto, fuentes del grupo han indicado a ABC que las necesidades formativas son cada vez más apremiantes hasta el punto de que están considerando muy seriamente usar un activo como el antiguo recinto ferial San Carlos para dar cobertura a la formación de sus propios trabajadores. Este edificio ha recalado en la multinacional por la compra de Deuser, titular con su fundación de este inmueble que subastó en 2022 la Junta de Andalucía y adjudicó por unos 700.000 euros a su propietario.

Aunque según las mismas fuentes no se descartan acuerdos con entidades privadas para poder prestar esta demanda formativa, las opciones de acondicionar este espacio de 12.000 metros cuadrados para capacitar a los futuros empleados de Indra Group ganan enteros, entre otros aspectos, por las urgencias y sinergias que crearía la cercanía del centro formativo con las ubicaciones del grupo y el propio conocimiento interno respecto a los proyectos y contratos a desarrollar. «Autoabastecerse en un terreno tan sensible como el formativo y un momento vertiginoso en el que la cartera de contratos se ensancha cada vez más», señalan estas fuentes a ABC.

Cuando Francisco Adame, CEO de Deuser, se hizo con el viejo recinto ferial de Córdoba, a comienzos de 2024 la tecnológica cordobesa presentó en la Gerencia de urbanismo un proyecto de centro de robótica para la construcción y la logística de la mano de la consultoría arquitectónica Urbaisa. Luego llegó la compra por Minsait, filial de Indra, y una vuelta de tuerca a esta idea con una especie de gran 'hub' de industria 4.0 en la banda de la automatización industrial en la que trabaja la firma de Adame. La inversión prevista entonces ascendía a los 24 millones de euros con los fondos europeos bajo el radar y el entorno de la Base Logística del Ejército de Tierra.

Ahora las tornas son otras, Deuser es ya un brazo muy activo de Indra Group (de hecho el 30 por ciento de sus trabajos le vienen desde dentro a la empresa cordobesa) y la proyección en el mercado 'exprés' de la defensa multiplica las posibilidades y las decisiones.

El plan de desembarco de la compañía que pilota Ángel Escribano (con un 28% de acciones de la SEPI) en Córdoba se tasó este pasado verano en 56 millones de inversión (de los 80 que ha previsto para toda Andalucía, con especial incidencia en Sevilla y Málaga) con dos centros de trabajo (Las Quemadas y un segundo aún por definir con bastantes papeletas en Rabanales 21) y una primera franja de 150 trabajadores a los que se sumarán los 300 de Deuser.