Pretérito imperfecto
Cerro Muriano, un rayón en el agua
El único objetivo común ahora mismo tiene que ser esclarecer lo ocurrido con nitidez
Siempre el Casco (14/1/2024)
Las maniobras militares que instruyen a soldados profesionales en una Brigada de alto rango y prestigio internacional como es la Guzmán El Bueno X de Cerro Muriano no pueden enfocarse para trabajos de oficina. Como la formación de un gran piloto de vuelos ... transatlánticos no se concentra en tardes de simulación con videojuegos en una escuela de tripulación. O el simple placer de lanzarse al vacío desde un desfiladero para liberar adrenalina no es equiparable a la elíptica de un gimnasio. Ni el afán de superar maratones, que arrastra una exigente preparación, puede encararse con tardes de paseo otoñal. El riesgo, en cada escala, existe y forma parte intrínseca de actividades en las que no hay zona de confort, bajo la mayor de las vocaciones o en la espuma del arrojo más intrépido.
Ninguna de estas premisas, por contra, pueden justificar errores o negligencias que terminen en un fatal desenlace como el ocurrido en el campo de maniobras de Cerro Muriano, que se ha llevado por delante la vida de dos militares -y pudo hacerlo de alguno más-, y que un Tribunal Militar investiga ahora -con tres imputaciones por el momento- para determinar la verdad judicial de unos hechos que han supuesto un jirón en el uniforme de la Brigada de Cerro Muriano, todo un referente en el Ejército español y europeo y cuyo grado de profesionalización y vanguardia, en misiones por el mundo entero, no ha dejado resquicio alguno de duda hasta ahora. Me entristece, en lo personal, que el general Olazábal tenga que afrontar su retiro, tras unos años de logros importantes, en estas circunstancias tan desgraciadas.
Pero, sin duda alguna, el único objetivo común ahora mismo tiene que ser esclarecer lo ocurrido con nitidez. Primero, en justa necesidad de las familias de Carlos León y Miguel Ángel Jiménez, que están afrontando un calvario lleno de interrogantes. Después, y como muchos altos mandos han expresado estos días e incluso la propia ministra Robles recalcaba de forma vehemente en su visita a la Base, para detectar las causas, los errores (o posibles negligencias) y corregir de inmediato un episodio que hace mucho daño al propio Ejército en España, con décadas encomiables de profesionalización, integración en la sociedad y modernidad. Suscitando, además, un asidero a la demagogia antimilitar y un hilo de desconfianza en todos aquellos jóvenes que aspiren a desarrollar su carrera profesional en el ámbito de la Defensa -cada vez más-. Y, por supuesto, para que el nuevo general que sustituya a Ignacio Olazábal en la extensa faz de Sierra Morena traiga bien anotada la tarea de esquilmar cualquier resquicio de irregularidades que pudieran surgir.
Los detalles que arroja la investigación policial sobre la fatal mañana del 21 de diciembre ponen los pelos de punta y siembran la duda de cómo en un Ejército que mira al futuro con proyectos del empaque, por ejemplo, de la Base Logística de Córdoba es posible este tipo de chapuza letal.
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