Feria de Córdoba 2025: las única mejoras para este año serán 300 nuevos árboles en El Arenal

En concreto, para 2025, en que la última cita del Mayo Festivo se realizará entre el 23 y el 31 del quinto mes del año, se continuará aplicando el plan que salió del dictamen que la Comisión de Feria redactó, con un amplio consenso, en el otoño de 2017, y que seguirá por los árboles.

Según pudo confirmar ABC, se continuará por los árboles que tienen que dar más sombra a El Arenal, y que suponen uno de los retos principales para el lugar y para toda la Feria, que se celebra en unos días, los últimos de mayo, en que lo corriente son temperaturas por encima de los 35 grados durante bastantes horas del día.

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Para contrarrestarlo, la Delegación Municipal de Infraestructuras está preparando un expediente que supondrá la plantación de 300 árboles, que tendrían que estar dispuestos ya en la edición de 2025, una vez que se culmine el expediente que permitirá la contratación.

A partir de ahí, la siguiente de las mejoras tiene que ver con el soterramiento de la línea de alta tensión, que tiene que redundar en la mayor seguridad de las instalaciones en un recinto que sólo les da uso durante unos días al año: para la instalación, funcionamiento de las casetas y atracciones y después para el desmontaje.

Dentro de este plan plurianual, el Ayuntamiento tendría esta segunda fase lista para el año 2027 y tiene que ir a costa de la Gerencia Municipal de Urbanismo, que tendrá que encargarse de la contratación. Serán la nueva fase de un plan de inversiones que ha ofrecido bastantes novedades en los últimos años.

Así, en la edición de 2024 de la Feria de Nuestra Señora de la Salud tuvo por primera vez el nuevo alcantarillado, que renovó el que ya existía desde el año 1993, cuando estaba preparándose el traslado de la cita desde el Paseo de la Victoria hasta El Arenal.

El Ayuntamiento invirtió entonces 355.000 euros en unos trabajos que ejecutó la empresa cordobesa Sepisur XXI, y que se unían a obras como la recuperación de la calle del Potro, la que va desde la zona de la portada hasta la caseta municipal, en paralelo a la calles de Enmedio y Guadalquivir y también a la de las atracciones.

Las mejoras en el recinto llegan después de una propuesta de mejoras que elaboró en 2017 la Comisión de Feria, donde estaban representadas las asociaciones de casetas, peñas, cofradías y entidades vecinales, además de las áreas del Ayuntamiento de Córdoba con responsabilidad en la organización de la fiesta.

Salió adelante por amplio consenso y la asumieron también todos los grupos municipales. En marzo de 2023, poco antes de las últimas elecciones municipales, el Pleno tomó la decisión unánime de que en el siguiente mandato, es decir, en el que hasta ahora en curso, se culminase la reforma de la Feria.

Entre otros asuntos, se pretendía sustituir el tradicional albero por taquete, pero había también una serie de cambios más allá de la infraestructura, que tenían que afectar al modelo mismo de la fiesta y a la organización de las casetas.

Así, el dictamen de 2017 abría la puerta a estudiar las instalaciones de casetas permanentes, que ahorrarían costes a los promotores y lo harían más atractivo para quien quisiera sumarse, en un momento en que no dejan de perderse casetas todos los años.

Es algo que el alcalde de Córdoba, José María Bellido, había prometido someter a una votación telemática y que ha ido apurando plazos sin realizarse. Sus últimas declaraciones apuntan a que se hará en este mismo invierno.

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También se podían crear casetas de empresas y se podrían estudiar cierres completos. Es decir, habría algunas a las que sólo podrían acceder sus socios y las personas a la que éstos quisieran invitar, lo que ahora sólo sucede en ciertos días, y siempre con autorización del Ayuntamiento.

Era una vieja reclamación de las casetas tradicionales, especialmente, porque su modelo es el de asociaciones en las que se hace una aportación durante todo el año para que después sean sus propios miembros los que puedan disfrutar de la Feria en su interior con todos los servicios y la comodidad, pero que chocaba con la concepción habitual hasta mediados de la primera década del siglo XXI, en que se hablaba de forma habitual de la llamada Feria abierta.

El texto pretendía también perseguir de forma activa el subalquiler de casetas, que ya afecta a más del 90 por ciento de las que están en El Arenal, lo que está prohibido de forma expresa en las bases, pero que es convierte en práctica generalizada.