La exposición 'Mediterráneo Cristiano, entre Constantino y Justiniano' se inaugura el 16 de diciembre

La muestra tendrá tres sedes, como ya avanzó ABC: la Mezquita-Catedral, el Centro de Creación Contemporánea (C3A) y la sala Vimcorsa. ¿Y en qué se va a ver en la exposición? Por un lado, las obras más icónicas del arte sacro del Mediterráneo entre los siglos IV y VI. Es decir, cuando el cristianismo deja de ser una religión tolerada o perseguida y pasa a ser religión oficial , parte sustancial del ejercicio del poder.

Todas las instituciones que van a ceder piezas lo harán gratuitamente. El Ayuntamiento correrá con la parte cara que es la de realizar el traslado en condiciones de seguridad, montaje, seguros y todas las gestiones precisas para la creación del un acontecimiento cultural que se pretende sea internacional. Las piezas ya están fijadas y acordadas por el equipo técnico que llevará los trabajos de comisariado, que dirige Alexandra Echevarria, profesora de la Universidad de Bolonia y expera en la materia.

En principio había dos sedes, Vimcorsa y el C3A. Vimcorsa centrará la parte expositiva mientras que el C3A reunirá toda la parte audiovisual. Luego se sumó la Mezquita-Catedral, donde se expondrán, sobre todo, elementos hallados en las excavaciones realizadas bajo la huella del monumento andalusí y su reforma renancentista.

Algunas de las piezas vendrán de los Museos Vaticanos , de la misma fábrica de San Pedro o del Nacional de Cartago que se encuentra en Túnez. Pero quizá sorprenda que la exposición que está comisariando la profesora Alexandra Chavarria, de la Universidad de Padua, es una reivindicación de los fondos propios. El Museo Arqueológico de Córdoba, que muestra un cinco por cuento de sus fondos, será el principal aportador de piezas que se van a ver.

La exposición pone el foco en qué pasó en los siglos posteriores a la muerte de Jesucristo y cómo fue posible que una doctrina que nace en pequeñas comunidades de Oriente Próximo se instalase en todo el arco mediterráneo hasta conventirse en religión oficial y marcar la vida diaria hasta hoy. En un lapso de tiempo de apenas tres siglos.

El comité científico de la exposición ha establecido un arco temporal a la hora de realizar su petición de piezas a otras organizaciones culturales que van desde los siglos I-II hasta el siglo VII. Es decir, desde Augusto hasta que los visigodos asientan su poder en Hispania. La línea temporal corta en el 600, 111 años antes de la Batalla del Guadalete considerada tradicionalmente como el inicio de Al Andalus.

Dos son las piezas que no están relacionadas con ese periodo. Una es el cuadro que sobre el obispo Osio realizó Ángel María de Barcia. Otro es un cuadro de Julio Romero de Torres sobre temática sacra. Un retrato de una santa. El resto constituye una amalgama de piezas de tamaño medio o pequeño en los que se podrá bucear en la consolidación del Cristianismo y cómo se plasmaban tanto en objetos de la vida diaria como en elementos con pretensión estética. Los elementos más populares de la exposición será la copia de la Corona de Recaredo que aparecía en todos los libros de texto.

Una de las que puede ser más sorprendente para el gran público llegará de Roma y es una representación de Cristo docente . Literalmente, dando clase, impartiendo una lección. Se escapa de las formas habituales de representación y se encuentra más cerca de las figuras clásicas. Se talló a finales del siglo IV. También se podrán ver alguno de los ejemplos de mosaicos y de figuras relacionadas con homenajes a muertos más bellos. Tiene una valoración especial a efectos de seguro, varios millones de euros, La Dama de Cartago. Las laudas sepulcrales cedidas por varios museos españoles y extranjeros son un bello ejemplo de la producción artística del mundo tardoantiguo.

Para el C3A, se ha previsto la colocación de la sección de la exposición que versa sobre el triunfo del cristianismo y las primeras iglesias. Analiza el papel de Constantino en la legalización del Cristianismo, el final de las persecuciones o la figura de Osio. Es la parte en la que se empieza a tomar constancia de Tierra Santa con la referencia de la emperatriz Helena de Constantinopla. Se mostrará, por ejemplo, una construcción a escala de la Iglesia del Santo Sepulcro que se conserva en un museo francés. En el guion propuesto para el C3A se ha previsto desarrollar la forma en la que los cristianos de la época representan la cruz. Allí se exhibirá la pieza que se ha elegido como imagen general de la muestra, una placa nicho con crismón y alfa y omega que se puede ver en el Museo de San Vicente de la Mezquita-Catedral de Córdoba.

En el edificio habitualmente dedicado al arte contemporáneo se ha previsto la creación de un documental inmersivo con el que se quieren retratar los cambios políticos y sociales que se produjeron tras el final del Imperio . Fundamentamente, la llegada de los bárbaros.

La sala Vimcorsa se ha reservado para el papel que tuvo Córdoba en la expansión del cristianismo, una especie de crónica de los primeros cristianos. Los datos históricos dicen que Osio fue, en torno al 294, el primer obispo formalmente elegido en la región. Se sabe por la referencia realizada en el Concilio de Elvira, donde se pasó revista a las comunidades cristianas de la época.

El discurso expositivo que se ha planteado aborda aspectos como qué era un obispo en la sociedad de la época. También, la propia metamorfosis de una ciudad romana a una ciudad cristiana donde entran aspectos tan pendientes de explicar como el yacimiento de Cercadilla o la ubicación exacta del complejo episcopal, la zona que se investiga bajo el Patio de los Naranjos. Se verán restos arqueológicos de un tercer lugar, el cortijo de Chinales, las actuales calles Camino de los Sastres y Alcalde de la Cruz Ceballos. 

Es un firme candidato a ser la sede de una de las coronas (templos suburbanos en los que se rendía culto a mártires). En este caso, a San Acisclo. Una de las piezas que se podrán ver será la moneda acuñada por Leovigildo cuando tomó Corduba por segunda vez al levantisco poder apoyado por Bizancio.