Elena Caracuel: «Llevo siete años buscando trabajo y no hay manera»

Miguel Ángel Gómez Jaut es un joven de Los Pedroches, que compatibiliza su trabajo como técnico de alimentación animal en la Cooperativa Valle de Los Pedroches (Covap) con el apoyo a la explotación familiar, que fundó su abuelo Guzmán Gómez y que se dedica fundamentalmente a las vacas de leche y al cerdo ibérico, dos de los emblemas de la ganadería cordobesa.

Miguel es uno de los miles de jóvenes que ha encontrado un camino profesional en este sector, que es el que más contratos supone al año para ellos en el conjunto de la provincia. Según explica, «aprovechar los recursos de tu entorno es vital».

El joven reconoce que el agroganadero es «un sector sin horario, sin vacaciones y no muy remunerado debido a los márgenes económicos tan pequeños que existen actualmente, lo que hace que una persona joven se dedique más por vocación que por otra cosa». Explica que en Los Pedroches «vivimos sobre todo de la ganadería» y por ello «la mayoría de opciones laborables que puedes tener a la mano son relacionadas con el mundo ganadero o generando una ayuda o servicio al ganadero».

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Gómez Jaut matiza que si esta comarca del Norte cordobés tiene un diferencial con otras zonas «es porque hace 60 años un grupo de ganaderos se unió creando una cooperativa por y para el sector», en referencia a Covap.

También señala que «es innegable que las nuevas generaciones están mejor formadas que las de nuestros padres o abuelos», pero lamenta que «el número de explotaciones ganaderas ha disminuido y debemos buscar el motivo e intentar subsanar este descenso».

En su opinión, «en España no se nos debe olvidar que uno de los sectores laborales más importantes es el nuestro y por eso debemos ayudar a los ganaderos y agricultores a tener un negocio rentable, moderno y sostenible». «Tenemos que lograr que no solo se dediquen a este sector por vocación o porque no haya nada mejor», concluye.

Laura Rey nació en Córdoba capital en 1999 y desde la ciudad se ha logrado abrir un hueco en el mundo de la música urbana bajo el nombre artístico de Lau Rey, con miles de seguidores en plataformas como YouTube y con presencia en Spotify o en los programas especializados de Radio 3 de Radio Nacional de España. Es por ello una de esos jóvenes que trata de encaminarse hacia un sector cultural y de ocio que cada vez atrae a más perfiles profesionales -artistas, actores, diseñadores, gestores, productores o técnicos audiovisuales…- pero que está lejos de tener las salidas que se plantean en otras ciudades como Madrid o Málaga.

La artista explica que en el tema del trabajo entre los jóvenes influyen mucho los sectores, pues no en todos existe el mismo dinamismo. «En los nuevos trabajos digitales o creativos hacia los que nos orientamos muchas personas actualmente no es una ciudad en la que puedas encontrar muchas oportunidades», explica esta joven cordobesa.

Laura sí agradece que se les ofrecen facilidades desde las administraciones, como las salas de ensayo de la Casa de la Juventud o por medio de la organización de festivales como el I Dinamo Music, en el que ella actuó el pasado mes de junio en compañía de otros nuevos talentos cordobeses. La cantante, que ha compatibilizado en los últimos años diversas ocupaciones laborales con su vocación musical, reconoce que uno de los grandes problemas de la juventud actual es el acceso a la vivienda.

«Los sueldos casi nunca permiten emanciparse, pues cuando calculas el precio del alquiler más el resto de gastos llegas a la conclusión de que no te alcanza para vivir», explica. También lamenta que Córdoba es una ciudad «con una oferta cultural y musical limitada respecto a otras ciudades» y que las actividades que se programan se promocionan poco. «Ahora mismo, a los jóvenes Córdoba nos resulta a menudo aburrida», concluye.

Elena Caracuel es una de las jóvenes cordobesas que ha encontrado una salida laboral eventual en el mundo de la hostelería, uno de los que más capacidad tiene para emplear a las nuevas generaciones ya que en 2022 supuso casi 20.000 contrataciones de jóvenes en toda la provincia. «Una gran parte de los que accedemos a estos empleos tenemos estudios y en mi caso tengo un grado superior, pero llevo siete años buscando en lo mío y no hay manera, no encuentro nada», explica.

La hostelería no era su vocación y la ve «como una forma accesible y rápida de ganar dinero con un trabajo que también te permite divertirte». Cree que es también una opción perfecta para sociabilizar y conocer a gente nueva, algo que también se entiende como una vía para poder acceder a nuevas oportunidades.

En cuanto a la posibilidad de emigrar fuera de Córdoba en busca de una mejor opción laboral, explica que «no es mi deseo ni creo que le dé mucha alegría marcharse a la mayoría de gente que conozco, pero tampoco tendría problema en irme a otro lugar si llega una opción laboral que me interese».

Elena Caracuel explica que, en las actuales circunstancias económicas, la única vía para los jóvenes cordobeses a la hora de emanciparse «es buscar un piso compartido, porque con una habitación sencilla de 200 euros, más la luz y el agua, la alimen tación, el teléfono e internet ya consumes el sueldo y apenas te queda algo para poder dedicarlo al ocio». «Lo de vivir solo es un deseo imposible con estos sueldos y con el precio que tiene ahora mismo hasta lo más básico», explica.

El alza inflacionista de los últimos años también ha supuesto como se observa un duro golpe para los jóvenes, que cada vez tienen más lejos la opción de vivir solos o al menos de salir de la casa familiar. «Lo veo crudo, la verdad», concluye Caracuel.