Los edificios del solar de Diputación y otros proyectos urbanísticos fallidos o en el limbo en Córdoba

No es la primera propuesta urbanística para este solar que pincha en hueso (al menos, por el momento): han sido varios los proyectos que se han quedado en el tintero, como un aparcamiento subterráneo para ayudar a aliviar los problemas de estacionamiento. Incluso se llegó a barajar su uso como centro expositivo y de ferias y también para la ampliación de la propia sede institucional de la corporación provincial.

La lista de planes urbanísticos fallidos o que siguen a la espera en Córdoba es larga. Algunos de los más llamativos son los siguientes:

El proyecto hotelero que planteó Prasa con diseño el arquitecto Carlos Ferrater no llegó nunca a ver la luz. Iba a ocupar el solar del antiguo Meliá y fue rechazado por el supuesto impacto visual de su altura. La fuerte presión de ciertos sectores obligó a la constructora a retirar esta idea.

El edificio iba a tener 70 metros y 15 plantas, pero el contraste con la torre de la Mezquita-Catedral desató la oposición de ciertos colectivos. Junto a la altura, lo que más llamaba la atención de este hotel con 140 habitaciones era el tono doracho de la fachada ondulada de su torre principal.

Se encontraba acompañado de un centro de convenciones de 20 metros y 4 plantas, con un parking subterráneo para 60 plazas. Un atrio de madera unía las dos piezas anteriores y dando paso a un parque arqueológico en la zona de la actual piscina. La inversión total del proyecto rondaba los 19 millones de euros.

Ante la amenaza de llevar al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el proyecto y la posible ralentización de las obras, Prasa anunció el 15 de abril de 2006 su renuncia a la creación de este edificio singular.

Este proyecto de Guillermo Vázquez Consuegra, con 16 plantas y 56 metros de altura, estaba llamado a ser uno de los emblemáticos de Córdoba y también se quedó en agua de borrajas. Tendría que albergar varias delegaciones de la Junta de Andalucía en la zona de la antigua residencia sanitaria Teniente Coronel Noreña y se iba a convertir en la torre más alta de la ciudad.

El proyecto, presupuestado en 75 millones de euros, también había previsto un centro cívico y un edificio de la Tesorería de la Seguridad Social.

La crisis económica dio el mazazo a este proyecto. La intención de la Junta era que una promotora se encargase de la construcción, a cambio de lo cual recibiría una parte de los 75 millones presupuestados. El resto se afrontaría en base a la financiación bancaria y al abono de un canon durante un número de años determinado que se fijaría una vez se redactase el pliego de condiciones para su adjudicación. La Torre de Noreña se quedó ahí, tras haberse aprobado de manera definitiva por la Gerencia de Urbanismo.

En el plano de los proyectos de superficies comerciales que no terminan de arrancar, destaca el previsto para el Cordel de Écija, de Lar España. Consiste en desarrollar un complejo comercial y de entretenimiento familiar, además de promover el desarrollo de todo un barrio con unas 1.500 viviendas y una pasarela peatonal.

La inversión directa para esta iniciativa alcanzaba los 200 millones de euros y preveía 4.000 empleos para levantar esta superficie comercial de más de 100.000 metros cuadrados. Lar España congeló la inversión cuando llegó el Covid y dejó que cancelase la opción de compra que tenía sobre los terrenos de Aliseda.

Otro proyecto que no termina de arrancar y cuyo futuro es incierto es el centro comercial en Rabanales 21, ubicado en el parque tecnológico de Córdoba. Y ello a pesar del empeño de sus impulsores en que vea la luz. Se está intentando negociar con operadores, empresas que quieran instalarses.

Rabanales Plaza ya tiene licencia por parte del Ayuntamiento tras un largo proceso administrativo que se desarrolló principalmente durante el mandato 2015-2019, con el PSOE e IU en el equipo de gobierno municipal.

Se trata de una iniciativa que generará 15.000 metros cuadrados de superficie para la venta a los que se unen otros 1.000 para oficinas y otros usos. Tendrá otros 2.880 metros cuadrados más para un edificio singular de seis plantas para sede de empresas con un fuerte componente de I+D.

La inversión oscilará entre los 25 y los 30 millones de euros. Y su puesta en marcha generaría de 300 a 400 empleos.

Uno de los mayores batacazos urbanísticos de Córdoba ha sido, sin duda, el Palacio del Sur: aquel gran centro de congresos que diseñó el arquitecto Rem Koolhas allá por 2001. Un complejo con tres auditorios polivalentes, hotel de lujo o una zona comercial. Salía por 50 millones.

Sin embargo, a pesar de las expectativas, cuando el proyecto salió a concurso en 2002, quedó desierto. Dos años después, se adjudicó en un procedimiento negociado a Ferrovial; sin embargo, a los cuatro años, la firma renunció al no lograr financiación para una actuación que ya había elevado su inversión hasta los 171 millones.

En 2009, en un intento por salvar el Palacio, se rebajó el coste en en 67 millones, pero no hubo fondos para acometerlo. En 2011, con el PP al frente del gobierno municipal, se dio carpetazo definitivo a un proyecto que le costó a la ciudad 10 millones de euros.