Historia
Misterios de Córdoba | Descubre los secretos que esconde la Mezquita-Catedral
ABC repasa algunas de las grandes leyendas ligadas al histórico monumento
Vídeo | ¿Cuánto sabes de la Mezquita-Catedral de Córdoba? Siete curiosidades que desconocías
Córdoba, ciudad de leyendas
Córdoba
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Iniciar sesiónEstos días festivos son una oportunidad ideal para disfrutar del patrimonio de Córdoba, para hacerlo con tiempo. Y si hay un monumento donde en cada visita se descubren elementos nuevos de su descomunal historia, ése es la Mezquita-Catedral de Córdoba.
La Mezquita-Catedral cerró 2021 con 751.008 visitas, un 59% más que en 2020
Baja un 64% respecto a 2019, periodo preCovid y cuando logró un récord con más de dos millones de personas que la vieron
Son muchos ... los que se esconden en esta joya arquitectónica. En esta información, repasamos los misterios y leyendas que sobrevuelan un bien con tantos siglos de existencia a sus espaldas.
La columna del cautivo
Situada entre las capillas de Nuestra Señora del Rosario y de los Santos Reyes, se encuentra una columna legendaria. Y nunca mejor escrito. Es una leyenda la que señala, según se relata, por ejemplo, en el libro «Enigmas y misterios de Córdoba» de José Manuel Morales, que un joven cristiano que trabajaba en unas huertas se enamoró de una árabe que le compraba flores y frutas. Le pidió matrimonio. Ella le dijo que sí y le prometió convertirse al cristianismo. Pero la noche en que que iba a bautizarse, unos soldados la mataron. El joven fue apresado y atado a una de las columnas de la Mezquita, sometido al desprecio de los que allí acudían.
En el siglo XVIII, se colocó junto a ella un pequeño retablo con un bajo relieve de un hombre arrodillado. En la web de la diócesis de Córdoba, se alude a la costumbre, ya extinguida, de acercar una llama a esa figura para comprobar si lloraba. De hecho, su rostro está ennegrecido por el humo, provocado por la creencia de que la figura lloraba al acercarle una llama.
La columna del infierno
Cerca de la columna del cautivo está la del infierno. En el citado libro «Enigmas y misterios de Córdoba» se explica la singularidad que la ha hecho destacar entre todas las que están colocadas en la Mezquita-Catedral. «Cuando la gente la rascaba con una moneda desprendía un desagradable olor a azufre, lo que llamó la atención de los visitantes durante décadas. La fantasía popular aseguraba que este soporte fue tallado en lo más profundo del infierno , aunque la explicación real la encontramos en la reacción química que se produce al frotar un objeto metálico con ácido sulfídrico», recoge el libro. Lo de rascar esta columna fue algo tan popular que acabó convirtiéndose en un infierno para ella. El Cabildo tuvo que colocar una mampara para protegerla.
El fantasma de doña Juana
Una de las dramáticas historias que encierra la Mezquita-Catedral es la de doña Juana. Ella era hija de don Alfonso de Sousa -un caballero portugués, que vino a Castilla durante el reinado de Alfonso X- y doña María Gómez Carrillo. Como otras familias de la nobleza cordobesa, este matrimonio logró hacerse con capilla propia en la Catedral de Córdoba, en el muro sur de la parte de la Mezquita coorespondiente a la ampliación hecha por Almanzor, cerca de la capilla de San Clemente y que se puso bajo la advocación de la Encarnación.
Una de sus hijas fue doña Juana. Ésta perdió a su hijo Enrique, antes de que cumpliera los 30 años. Fue sepultado en la capillafamiliar y ella totalmente destrozada, para poder estar cerca del cuerpo de su vástago, solicitó y obtuvo permiso para poder alojarse en un aposento dentro del propio templo. Allí, pasó el resto de sus días hasta que falleció. Tantos años después, cuentan que en algunas noches puede intuirse la presencia de su fantasma en el principal templo de la diócesis. Puedes saber más sobre doña Juana y su historia pinchando este enlace.
Los deseos a San Cristóbal
Nuestro articulista Juan José Primo Jurado dejaba constancia en las páginas de ABC Córdoba y en su web de otra de las leyendas que encierra la Mezquita. Es la del altar de San Cristóbal. La tradición popular asegura que, entre la pierna y el bastón de dicho santo, hay una imagen difuminada de la Virgen María, que nadie ve a la primera.
Únicamente se puede observar si uno se encuentra en estado de gracia y reza un padrenuestro al santo. Si eso sucede, es la ocasión de solicitarle a San Cristóbal tres deseos personales. Uno de los tres será otorgado. Como premio de consolación, la leyenda establece que, si se reza, ese día uno no morirá.
El buey reventado
Bajo el púlpito del Evangelio está la escultura de una cabeza de buey. La tradición popular ha transmitido la historia de que un buey que trasladaba columnas para la Mezquita acabó reventando del esfuerzo, lo que quedaría reflejado en esa figura. El gesto agónico de la escultura, a buen seguro, que ha ayudado a la difusión de esta leyenda.
Pero en este caso la explicación de la presencia de la cabeza de este animal en este púlpito es bastante más sencila: en realidad se colocó allí representando al evangelista Lucas.
El túnel a Medina Azahara
Una de las leyendas más habituales y recurrentes es que un túnel comunicaba Medina Azahara con la Mezquita-Catedral. ¿Qué hay de cierto en ello? De nuevo hay que recurrir a José Manuel Morales y su libro «Enigmas y misterios de Córdoba». Este autor recuerda que siempre se ha hablado de que Abderramán III mandó construir un túnel secreto que comunicaba su palacio, Medina Azahara, con la Mezquita y «que cada día se cruzaba a caballo dicho pasadizo para dirigir los rezos de los fieles».
Según este escritor, sí es «cierto que hay canalizaciones de agua subterráneas que bajan de la Sierra al centro de la ciudad», pero descarta que un túnel de las características del que uniría Medina Azahara y la Medina Azahara exista.
A juicio de Morales, el origen una leyenda así esta en «la existencia demostrada de túneles que pasan por debajo de la Judería [...]; y, por otro, en un pasadizo elevado que existió y que comunicaba el Alcázar omeya con la Mezquita [cercanos]. Su función era proteger al emir o al califa».
La fuente 'casamentera' del Patio de los Naranjos
No todas las leyendas están dentro de la Mezquita-Catedral. También las hay en su entorno. De nuevo hay que acudir a Primo Jurado para conocer una de ellas. Es la de la gran fuente del Patio de los Naranjos. Explica en un artículo publicado en este periódico que el halo mágico se da en torno al caño de una de sus esquinas y el único olivo existente allí.
La tradición establecía que las jóvenes en edad de casarse debían beber agua allí si querían contraer matrimonio. Y luego citaba la canción popular 'La fuente del olivo', compuesta por Luis Bedmar y relativa a esta leyenda.
La estrella de los deseos
Si lo de pedir deseos a San Cristóbal no ha salido bien, hay una segunda oportunidad antes de dejar atrás el monumento. En concreto, hay que acudir a lo que se conoce como 'la estrella de los deseos'.
Se trata de un fósil, un caparazón de erizo, que se encuentra incrustado en un muro exterior de la Mezquita, junto a la calle Torrijos. la tradición y la superstición popular defienden que basta con tocarla para que se haga realidad aquello con lo que uno sueña. Puedes saber más sobre ella pinchando en este enlace.
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