Economía
La crisis de los precios en Córdoba: «Hay cosas que han subido mucho y ya no las compro»
Reportaje
Los consumidores se quejan sobre todo por el alto coste de algunas frutas y verduras
Córdoba, sexta provincia del país donde sube más el precio de los alimentos
R. V. M.
Córdoba
La subida de los precios se nota en todas partes. La factura de la luz y los combustibles están en boca de todos, quizás porque suponen gran parte de los gastos de cualquier familia media española. Pero hay muchas más cuestiones ... que se deben afrontar en el día a día. Entre ellas, la cesta de la compra, que ha obligado a cambiar los hábitos de consumo. Hay productos básicos que han disparado su precio sin que los consumidores sepan muy bien por qué.
Es el caso, pongamos por ejemplo, de la leche. Hoy en día un cartón de un litro de una marca conocida ronda los 90 céntimos de euros, cuando «hace un año o así lo compraba a 60 o algo más», asegura Manuela a las puertas de un supermercado del Centro de la ciudad.
Es una subida de en torno a un 50 por ciento, bastante más de lo que marcan las estadísticas. Oficialmente, el precio de la leche en Andalucía en el último año ha subido un 22 por ciento de media en el último año -el Instituto Nacional de Estadística (INE) no da los aumentos de alimentos concretos para las provincias-, aupado por el aumento del coste de los suministros básicos necesarios para la producción ganadera.
Córdoba, sexta provincia del país donde sube más el precio de los alimentos
Baltasar LópezA fecha de julio, el aumento interanual de estos productos en la provincia es del 15,7% frente al 13,9% nacional
Pero no queda otra que asumir el sobrecoste, ya que pocas familias están dispuestas a renunciar a un desayuno en el que la leche es un producto básico y necesario. «Yo la sigo comprando a este precio y lo seguiré pagando aunque suba», asegura Manoli, que además se pregunta si ese aumento de los costes repercute finalmente en el ganadero o se lo quedan los intermediarios. Pero ese es otro debate.
El pan, otro elemento del desayuno tradicional mediterráneo, no preocupa tanto. A pesar de que su precio ha llegado a subir hasta un 10 por ciento en solo un mes, sigue estando sin falta en la dieta habitual. Antonio José así lo asegura tras realizar su compra en un establecimiento cordobés en la mañana de la jornada de ayer. «Si ha subido el precio del pan, no me he dado cuenta, yo sigo comprando el mismo de siempre y en el mismo sitio», asegura. Hay otros productos, sostiene, que «sí que han subido mucho de precio y he dejado de comprarlos, al menos por ahora, porque es imposible». Cita como ejemplos las patatas y la sandía.
En el primer caso, hoy en día resulta casi imposible comprar patatas a menos de un euro el kilo, salvo que se empeñen grandes cantidades. Una bolsa de ocho kilos, por ejemplo, se encuentra por 4,50 euros.
Pero es una cantidad demasiado grande incluso para una familia. Hay quien directamente ha dejado de adquirirlas. Como Charo, una cordobesa que prefiere «comprar una tortilla de patatas ya hecha antes que pagar esos precios, no me sale a cuenta». Porque además de las patatas hay que añadir el precio de los huevos y el aceite. «Ya hace tiempo que dejé de comprar el de girasol», declara Charo.
La sandía, como muchas de las frutas, está por las nubes. A dos euros el kilo la ha llegado a pagar Sofía, y muestra el ticket de compra para demostrarlo. En consecuencia, media sandía sale por cerca de cinco euros, y eso que es todo agua. «Si el 93 por ciento de una sandía es agua, el resto debe de ser caviar iraní», ironiza un usuario en Twitter para criticar los altos precios de esta fruta, que ha llegado a triplicar sus precios respecto a lo vivido el año pasado. Pero al ser una fruta apreciada y deseada durante el verano, se sigue vendiendo a pesar de todo.
En general, las frutas y verduras están muy caras, mucho más (en comparación) que, por ejemplo, el pescado. Es el caso de los boquerones, que al comienzo de la crisis de los precios y los combustibles llegaron a estar a precios disparatados, por encima de los 10 euros el kilo, cuando ahora es fácil encontrarlos a menos de cuatro euros y un poco más si son de los grandes. La fruta y la verdura, por el contrario, «están demasiado caras», sostiene Sofía, que recuerda que un desayuno en casa le sale por unos tres euros. Además del café y algo de pan, incluye cereales y fruta. Medio aguacate le cuesta 1,25 euros y una manzana pequeña 50 céntimos.
El gazpacho, integrante de la dieta cordobesa durante el verano, también se ha puesto por las nubes. El tomate anunciado como «de Córdoba» en un mercado sale por 2,50 euros el kilo, pero si es rosa o 'corazón de buey', variedades preferidas para esta bebida, se dispara muy por encima de los tres euros; el pepino se encuentra a 1,50 euros el kilo. Con esos precios, no es de extrañar que haya quien prefiera beber agua.
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