Los salarios andaluces crecen cuatro veces menos que la inflación

Aunque la subida interanual del IPC ha sido del 10,5% en Andalucía, el incremento de precios en la alimentación y bebidas no alcohólicas se ha disparado hasta el 14,1%, 1,2 puntos más que la media española, lo que quiere decir que el encarecimiento de la cesta de la compra es más de cinco veces superior al incremento de los salarios.

Actualmente existen en Andalucía 564 convenios colectivos vigentes que aplican sus condiciones laborales a un total de 748.751 trabajadores de 148.648 empresas. El número de convenios de empresa supera con gran diferente a los del sector. Sólo un 19,86% de los convenios vigentes en la región tienen cláusulas de revisión salarial conforme al IPC, según UGT. En España, los asalariados bajo convenio con garantía salarial son el 25%.

El incremento salarial ha sido, sin embargo, desigual atendiendo a cada provincia, situándose por debajo del 2% de subida las provincias de Córdoba (1,49%), Granada (1,89%) y Jaén (1,99%). En esas provincias, el diferencia entre el incremento salarial y la inflación se sitúa entre los 9,71 y los 8,81 puntos. No han llegado tampoco a los 2,69% de subida media salarial registrada en Andalucía las provincias de Almería (2,34%) y Huelva (2,09%). Por contra, han superado la media Sevilla, con un 3,83%; Cádiz, con un 2,70% y Málaga, con un 2,62%.

Los sindicatos han denunciado la pérdida salarial de los trabajadores por la inflación, por lo que piden mayores incrementos y la suscripción de garantía salarial para actualizarlos en función de la subida de precios. Hace dos décadas, esta garantía salarial estaba presente en todos los convenios pero hoy raramente ocurre, recuerda CC.OO.

La situación ha llevado a los sindicatos a anunciar un otoño caliente al llevar «la conflictividad» a las calles por la cerrazón de la patronal. El Banco de España ha estado abogando por un pacto de rentas, para que el coste de la inflación se reparta entre los trabajadores y la empresa. De hecho, Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, ya admitió que existe un pacto de rentas «tácito» porque los trabajadores habían asumido una pérdida de capacidad adquisitiva y los empresarios la pérdida de márgenes.

Los empresarios rechazan de manera generalizada las garantías salariales porque supondría un notable incremento de los costes laborales en un momento muy delicado y porque provocaría una espiral inflacionista. A principios de año, Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, rechazó subir un 5%, cuando la inflación era inferior a la actual.