Un despropósito tras otro en el Córdoba CF (1-1) para consumar el fracaso matemático

El Arcángel fue juez y verdugo del encuentro. La afición abucheó y pitó a jugadores y directiva por la deriva que lleva el Córdoba que deambula en la recta final de la Primera Federación. Poca emoción en el partido a pesar de la leve superioridad del conjunto que dirige Manuel Mosquera que sigue sin conocer la victoria tras seis partidos al frente del banquillo.

El Córdoba empezó el encuentro sin opciones matemáticas de ser quinto y por tanto, optar a entrar en el play off de ascenso, el objetivo mínimo de la temporada. Los resultados de la jornada pulverizaron las remotas posibilidades del conjunto blanquiverde. El Arcángel mostró su enfado con la situación del equipo desde antes del pitido inicial. El estadio registró 5.031 espectadores, el dato más bajo de la temporada y dejó situaciones desoladoras.

El tradicional himno del Córdoba, cantado a capella por la afición blanquiverde, estuvo acompañado esta vez por pitos y cánticos en contra de los jugadores y la directiva blanquiverde que fue duramente señalada. El Arcángel, por una vez, jugó en contra de su propio equipo, dejando un panorama extraño en el que el conjunto de Manuel Mosquera parecía jugar como visitante.

El partido empezó. El San Fernando intentó aprovechar la poca concentración del Córdoba que perdía el balón con mucha facilidad. Pocas ocasiones de gran peligro en el partido que estaba siendo poco atractivo para el público, cada vez más enfadado. Kike Márquez fue el foco de los pitos por parte de la afición blanquiverde que no dejaron de asediar con insultos al futbolista sanluqueño.

Sin embargo, el Córdoba tuvo algo de peligro pasados los primeros diez minutos con una jugada entre Simo y Willy en la que no se entendieron y el balón lo recogió el rival. Pasaba apuros el cuadro blanquiverde de todas formas con un San Fernando insistente que se acercaba con peligro al área de Carlos Marín. Willy era de los más activos por parte de los cordobesistas. Tras una carrera en solitario, estuvo a punto de abrir la lata, pero cayó en plena lucha con un rival (min. 15).

Tampoco funcionaba el Córdoba a balón parado, tuvo una falta directa botada por Kike Márquez que rescató Alberto Jiménez, pero cometió falta. Apretaba el Córdoba con un disparo de Diarra y otra jugada de Kike Márquez (min. 35). El mediocentro incluso tuvo otro disparo que se marchó cerca del poste del San Fernando y Willy probó suerte también con un disparo que se marchó alto.

En la segunda mitad, Mosquera movió el banquillo buscando la tecla magistral que diese con la fórmula para ganar el encuentro. Lo más peligroso: un centro de De las Cuevas que remató Willy con poca potencia. Empezaron también las amarillas propias de la desesperación, Alberto Jiménez y José Ruiz la vieron en los primeros minutos del segundo tiempo.

El Córdoba empezó a gustarse más en el área chica con dos disparos al poste de Calderón y De las Cuevas que parecían dar un paso al frente (min. 57). Intentaba triangular el conjunto blanquiverde, pero sin ningún éxito. Muy pocas ocasiones en la segunda mitad que finalizasen con cierto criterio. Simo, por la banda, se internó y buscó a Willy, pero nada.

Cuando todo parecía perdido, Simo abrió la lata del encuentro (1-0, min. 73) con un disparo cruzado que puso por primera vez al Córdoba por delante en el marcador después de casi 800 minutos. También se activó Carlos Marín que sacó una mano prodigiosa en la siguiente jugada para evitar el tanto del empate. Sin embargo, llegó. Un disparo del San Fernando rebotó en José Alonso y se coló en la portería de Carlos Marín por lo que la alegría duró poco.

El Córdoba se lanzó a por el segundo gol con todo lo que tenía. Mosquera retiró a Simo y De las Cuevas para que entrasen Marco Camus y Juan Villar. En el primer balón que tocó el delantero onubense, a punto estuvo de hacer el segundo, pero enganchó mal y se marchó alto. También la tuvo Casas que había entrado por Willy. El delantero rambleño metió el pie ante varios rivales, pero el disparo se marchó por encima del larguero.