Agricultura
Concluye la campaña del cereal en Córdoba con mala producción pero altos precios
Los mercados
El trigo alcanza una cotización nunca vista por los efectos de la invasión rusa de Ucrania
El campo cordobés acoge con mucha frialdad las medidas previstas contra la sequía
Comienza la campaña de cereales con las previsiones de mejores precios
Una cosechadora en una explotación
Cara y cruz en la campaña de recogida de los cereales de invierno, principalmente trigo, cebada y avena, que la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca dio por concluida en los últimos días de junio. Precisamente en un informe de coyuntura publicado ... por esta entidad administrativa se hacía referencia a los rendimientos «muy bajos» que se habían alcanzado durante la temporada por cuestiones meteorológicas, poniendo el ejemplo del trigo duro, que se había quedado en unos 2.000 kilos por hectárea. La parte positiva es la relativa a los precios, que se mantienen en unos niveles muy elevados influenciados directamente por el conflicto armado en Ucrania.
Los últimos datos oficiales publicados por la Administración autonómica, actualizados al pasado 31 de mayo, indicaban que la superficie de herbáceos en Córdoba ascendía 103.051 hectáreas, 2.700 menos que en 2021. Sin embargo, en el caso del trigo se observa un crecimiento del 7,6 por ciento hasta llegar a las 64.774 hectáreas. Para este cultivo, los rendimientos que se han registrado, según este informe del Gobierno andaluz, son de 2.723 kilos por hectárea, casi un 29 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. En lo que se refiere a la cebada y a la avena se contabilizan descensos en este capítulo en este lustro del 27 y el 24 por ciento, respectivamente.
El presidente provincial de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, señaló a ABC que esta campaña «ha estado dominada por falta de lluvia en periodos muy críticos para este cultivo, como es el caso de la nascencia, de modo que, aunque en primavera las precipitaciones que se registraron despertaron las ilusiones de los productores en poder tener una campaña normal en términos de producción, finalmente el fuerte calor que hubo a finales de mayo y principios de junio afectaron mucho a la planta». Según sus datos, esto ha provocado que los rendimientos en el trigo duro hayan sido de apenas 2.500 kilos por hectárea, «mientras que en el blando el dato es un poco superior».
La industria
Cetisur es una firma con instalaciones en Fernán Núñez y en la capital especializada en varios productos, como es el caso de los herbáceos. Su consejero delegado, Alfonso Moreno, informó de que la recolección comenzó con unas dos semanas de retraso respecto a las fechas habituales debido a las altas temperaturas que se produjeron en los días finales de mayo «tras un invierno extremadamente seco que hacía temer lo peor a los agricultores para la campaña». Este directivo explicó que el calor a final de la primavera «hizo mucho daño al cultivo porque redujo la humedad de los granos por debajo de los niveles normales». A su juicio, los rendimientos del trigo apenas han llegado a los 2.300 kilos por hectárea, aunque «las explotaciones con mejores temperaturas y las que son de riego han tenido mejores resultados».
Es lo que se ha pagado por hectárea, según los datos de la Junta. Supone un incremento del 86,4% interanual.
El aspecto positivo de la temporada es el de los precios, que se mantienen en unas cifras desconocidas en las últimas dos décadas en Córdoba. Las estadísticas del departamento de Carmen Crespo (PP) apuntan que la semana pasada la tonelada de trigo se pagaba al productor a 453 euros por hectárea, un 86,4 por ciento más que hace un año y cerca de un 6 por ciento más que cuando comenzaron las hostilidades por parte de Rusia a finales de febrero.
Moreno apuntó que antes de la guerra ya se estaba produciendo un encarecimiento de los cereales por dos causas. «En primer lugar ha habido un deterioro de las reservas mundiales de herbáceos porque las cosechas no han acompañado al fuerte incremento de la demanda como consecuencia de los cambios de los hábitos de consumo, ya que cada vez se come más carne y eso eleva las necesidades de alimentación animal a través de piensos».
Asimismo, el crecimiento de la población del planeta es otro de los motivos que subyacen tras esta realidad. «El conflicto armado en Ucrania ha venido a poner la guinda a toda esta situación al tensar aún más los precios», sentenció el representante de Cetisur. Por todo ello, según su punto de vista, esta tendencia alcista continuará a corto plazo por el desequilibrio entre oferta y demanda.
Fernández de Mesa también es de la opinión que el encarecimiento de los cereales va para largo debido a que «la fuerte sequía en varios países europeos como Italia ha generado un déficit de más del 4 por ciento entre las cosechas y las demandas de cereal, por lo que eso hace prever que los precios seguirán altos». El dirigente agrario también aludió a las producciones que se registren en la próxima campaña de herbáceos que tendrá lugar en Canadá, uno de los principales graneros del mundo y a la evolución de la guerra en el Este de Europa.
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