Claves para entender qué ha cambiado en Córdoba en sólo siete semanas de citas con las urnas

La primera es la participación. El pasado 28 de mayo fueron 407.906 cordobeses los que fueron a votar (el 64,76% del censo) mientras que este pasado domingo, a los colegios electorales acudieron 453.221 cordobeses (el 72,31%), o lo que es lo mismo, 45.315 nuevos votantes. La participación subió en 32 de los 77 municipios en liza. Y de esas 32 localidades, la mitad eran de más de 5.000 habitantes, contando a la capital, donde se produjo una subida de doce puntos en los asistentes a las urnas (58% al 70%).

Hay que tener en cuenta que todos los partidos que han obtenido escaño al Congreso (el reparto es similar al de 2019, no en la victoria por votos, donde se impone el PP) suman más apoyos. Ahora bien, Vox es la fuerza que más crece frente a las locales del 28M con 34.661 votos más, seguida del PSOE, con 23.955; luego el PP, con 6.729 y termina la confluencia Sumar, con 2.087 sufragios más que Con Andalucía, las siglas con las que prácticamente se presentaron en las locales. Los de Santiago Abascal refuerzan así su vocación más nacional que territorial.

Aquí hay otro matiz. Aunque todos los partidos suben voto, hay dos, PP y Sumar, que bajan porcentaje de apoyos. Los populares pasan del 40,58% logrado hace siete semanas al 37,94% registrado este domingo. En la izquierda más radical pasan del 14,7% del 28M al 13,68% del 23J. Esta circunstancia dibuja ya dos de las conclusiones de lo ocurrido: el voto útil hacia los socialistas por la parte izquierda del electorado y una bolsa importante de voto a Vox restando a los populares y sin que se traduzca en un crecimiento en escaños de ambos. El bloque de la derecha ganó 41.000 votos respecto al 28M y el de la izquierda, 26.000 votos, pero los resultados fueron los mismos, resistiendo mejor el segundo bloque.

El horizonte que dejaron las elecciones municipales en Córdoba fue desastroso para el PSOE. Pérdida de la Diputación Provincial, de feudos tradicionales como Puente Genil, Lucena, Palma del Río o Rute, más la solidez de los alcaldes populares en sus territorios más afines, con crecimiento añadido (y hasta alcaldías) en zonas más rurales. Sin embargo, el viraje que se ha producido en apenas dos meses provoca hacerse una pregunta: ¿han ido a votar muchos socialistas que no lo hicieron en mayo?

El pasado 28M el PP fue el partido que ganó en más municipios de la provincia. Se impuso en 33 de los 77. Los socialistas se quedaron en 30 victorias, nueve fueron a parar a la confluencia de Con Andalucía (Podemos, IU, etcétera) y hubo cuatro triunfos de independientes. Los datos de este domingo pasado por municipios dejan a los socialistas con 49 victorias en otros tantos municipios (19 más), los populares bajan a 26 (pierden siete) y Sumar que sólo gana en dos localidades. En muchos de estos lugares se ha producido también la correlación entre aumento de la participación y victoria de los socialistas. Sin olvidar a la capital, donde los socialistas han sido el partido que más voto ha ganado frente a la cita de mayo (unos 15.000 sufragios).

Aquí puede aprecisarse ese voto útil hacia Pedro Sánchez, tanto por los votantes de IU o Podemos, como por los propios fieles al PSOE que le pudieron castigar hace siete semanas y que ahora han decidido hacer lo contrario. Y refuerza esta tesis el hecho de que el PP haya perdido frente al PSOE municipios donde venció en las locales y hasta con mayoría absoluta. Son 13 los casos concretos en este sentido: Palma del Río (de mayoría absoluta a perder por 2,5 puntos), Bujalance, Cañete de las Torres, Castro del Río, Encinas Reales, Espiel, Fuente la Lancha, La Rambla, Luque; Obejo; Pedroche; Torrecampo; Valenzuela o Villaralto, entre ellos. Cierto es que ha habido casos al contrario, pero en menor medida.

A esa ola pueden sumarse poblaciones que en las municipales dejaron la victoria de Podemos e Izquierda Unida en la fórmula de Con Andalucía y que han cedido a la victoria socialista: Almodóvar del Río, Aguilar de la Frontera, Fuente Palmera, Fernán Núñez o Montemayor.

En sintonía con lo anterior, no es descartable cierta autocomplacencia en votantes del PP que bien han pensado que todo estaba hecho al albur de las expectativas creadas en los sondeos, o que ha habido un trasvase de voto hacia Vox en clave nacional que nunca se produciría en clave municipal, si bien este movimiento no ha tenido un retorno óptimo.