Crisis hídrica
¿Cómo está la capacidad de los embalses de Córdoba tras la última semana?
Los pantanos están al 15,2% de su capacidad, que es una décima más que una semana antes, pero esa cifra está por debajo de la de hace un año (17,4%)
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El embalse de Sierra Boyera sigue siendo el que se encuentra en peor situación, pues se ha secado
La última semana no ha dejado grandes novedades en cuanto a la situación de los pantanos de la provincia de Córdoba, afectados gravísimamente por la prolongada sequía: sólo una ligerísima mejoría fruto de unas lluvias no especialmente destacables. Mucho más preocupante es el ... análisis cuando se hacen las comparaciones con la situación que había hace un año o hace un lustro.
Así, según los datos que difunde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), a fecha de este lunes, los pantanos pertenecientes a la citada cuenca conservan en ellos 503,9 hectómetros cúbicos. Son 2,4 más que una semana antes, con lo que las reservas han crecido un 0,5%.
Por lo tanto, ahora mismo, se encuentran al 15,2% de su capacidad. Es una décima más que en el arranque de la pasada semana. Eso sí, ese nivel de ocupación deja a Córdoba como la provincia de la cuenca del Guadalquivir -de las seis que hay en ella- con peor indicador. Y se queda, como es lógico, a distancia del promedio de dicha cuenca, que es del 19,3% de la ocupación.
No extraña este modesto avance, pese a las fechsa que marca el calendario. Porque la última semana no se ha destacado precisamente por las precipitaciones. Según también la Confederación Hidrográfica del Gudalquivir, en sus pluviómetros se han registrdo entre los día 11 de diciembre y 18 (hasta el mediodía) unas precipitaciones (la media de todos los puntos) de 1,4 litros por metro cuadrado.
Los peores datos los ofrecen los embalses de Sierra Boyera (está al 2,8% de su capacidad); Vadomojón (7,8%) y El Martín Gonzalo (10,3%)
Bajando a más detalle, dentro del negativo panorama actual, la peor situación, como viene siendo habitual, la presenta el embalse de Sierra Boyera, con una capacidad de 39,5 hectómetros cubicos, pero que a día de hoy guarda únicamente 1,1, con lo que está al 2,8%. No en vano, hay que recordar, que el Gobierno central activó una obra de urgencia cuando ya se estaba secando para trasvasar agua desde el de la Colada, que pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadiana. El enlace entró en carga en marzo, pero en abril la Junta determinó que el agua de la Colada no era apta para el consumo humano, situación que aún no se ha solventado -Emproacsa, empresa provincial de aguas, cree que podría lograr que el agua sea potable para marzo-.
El podio de los pantanos más vacíos lo completan el de Vadomojón, que está al 7,8% de su capacidad -tiene en su interior 11,4 hectométros cúbicos de los 146 que podría guardar- y el de Martín Gonzalo, que se encuentra al 10,3% -es decir, conserva 2,1 sobre 20,5 que podría alcanzar-.
Imagen de San Rafael de Navallana, segundo embalse que presenta mejor dato de agua embalsada
En el otro extremo de la tabla, está el pequeño embalse de Guadanuño con el mejor porcentaje de ocupación. Se encuentra lleno al 60,9% de su capacidad, que es reducida: atesora un hectómetro cúbico de los 1,6 que puede albergar.
Completan la nómina de los tres que están en mejor situación los de Guadalmellato, que es el principal abastecimiento de la capital, y San Rafael de Navallana, que es el segundo. En cuanto a Navallana, se halla al 40% de su capacidad -62,7 hectómetros cúbicos de un total de 156,5 que podría guardar-. Y el Guadalmellato se encuentra lleno al 27,7%, porque esta infraestructura hídrica atesora 40,6 hectómetros cúbicos pero tiene capacidad para alcanzar los 146,6.
Ahora bien, si la comparación se hace con el escenario que había hace un año, se ve cómo la sequía va secando los embalses de la provincia. Los pantanos de la cuenca del Guadalquivir sumaban a fecha del 18 de diciembre de 2022 unas reservas de 579,1 hectómetros cúbicos, con lo que estaban llenos al 17,4%. Con el transcurso de los últimos 365 días, la cantidad de líquido elemento que se conserva se ha reducido un 13% (se han perdido 75, 2 hectómetros cúbicos). Y el volumen de agua embalsada se ha reducido en 2,2 puntos.
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