Las bajas temperaturas reinantes esos días, en plena Sierra Morena, influyeron en la movilidad de los efectivos inmersos en el agua y en la posterior aparición de casos de hipotermia: en concreto cuatro soldados fueron hospitalizados por esta razón. El campo de maniobras está entre los términos municipales de Cerro Muriano (Córdoba) y Obejo.
Las pesquisas de la Guardia Civil sobre el caso llevan a un informe de la Agencia Estatal de Meteorología sobre los registros de esa jornada en el campo de maniobras. A ello se suma la referencia de la temperatura media medida por los integrantes del Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado, que hacia las 13.00 horas (cuatro después del inicio de la práctica) midieron 8 grados en el lago. Los investigadores deducen que a las 9.00 horas «la temperatura del agua debía ser muy baja».
Esta tesis se refrenda según el atestado policial,al que ha tenido acceso ABC, en los propios calificativos empleados por los soldados que entraron en el agua para describir la situación cuando testificaron ante la Guardia Civil. O incluso los que estaban en la orilla y no entraron en la charca, finalmente.
«Piernas con calambres». «Engarrotado». «Paralizado». «Respiración cortada». «Sin fuerza, se hundía». «Mucho frío en las piernas entumecidas». «Muy fría, inhumano». «Mandíbula entumecida». «Salían azules». Este rosario de frases puebla la investigación, que concluye apoyadaen un informe de los propios GEAS en el claro «factor de riesgo» en el lago en que se convirtió la hipotermia.
En el agua se pierde calor veinticinco veces más rápido que al aire. Los militares de esa maniobra estuvieron ese día bajo temperaturas muy bajas desde las 5.00 de la madrugada que comenzaron los primeros ejercicios, por lo que, concluye el GEAS, «probablemente este factor influyó en la posterior aparición de casos de hipotermia».
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