La caída en la dotación para riego en Córdoba se solventa con malas cosechas

El organismo regulador aprobó en mayo unas aportaciones de agua para los regantes que se situaban en los 1.750 metros cúbicos por hectárea, siendo tres los ejercicios en los que estos empresarios se han tenido que enfrentar a restricciones en este sentido. En este periodo que ha concluido, las dotaciones hídricas se han reducido a un tercio, mientras que la bajada interanual en esta ocasión se coloca en el 37,5 por ciento.

Los regantes eran conscientes de esta situación desde hace meses dadas el bajo nivel de pluviometría registrado desde el 1 de octubre del pasado año. Según los datos oficiales publicados por la CHG, las lluvias caídas en la provincia de Córdoba desde ese momento hasta el pasado 31 de agosto (última fecha disponible) se situaban en los 414 litros por metro cuadrado, un 20 por ciento menos que los chubascos contabilizados un año antes y casi un 29 por ciento menos que la media de los últimos 25 años, que se sitúa en los 582 litros. Además, es la cantidad de agua más baja desde la campaña 2018-2019.

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La Delegación Provincial de Agricultura de la Junta, con competencias en agua, ha ido avanzando los efectos de la sequía en sus últimos informes coyuntura al señalar que «las labores preparatorias de cultivos hortícolas, como ajos y cebollas, se encuentran paralizadas en fincas que dependen de las concesiones de agua de la CHG, de modo que solo hay actividad en parcelas con pozos propios con suficiente capacidad para regar». En lo que se refiere al algodón, cuya recogida se está produciendo actualmente, la Junta apunta que «los rendimientos están siendo bajos debido a la escasa dotación de agua para regar y las elevadas temperaturas de verano». Respecto a los cítricos, la Administración autonómica destaca que «la fruta se encuentra con un menor desarrollo que otros años debido a las limitaciones de agua de riego, ya que con los 1.750 metros cúbicos por hectárea de dotación es muy difícil tener una campaña normal».

El secretario general de la Asociación de Regantes de Andalucía (Feragua), Pedro Parias, calificó de «muy complicado» todo lo ocurrido en el último año hidrológico y, más concretamente, en el pasado verano. «Ha sido tremendamente difícil poder trabajar con el 30 por ciento de las dotaciones de agua de una campaña normal, pero los productores lo han conseguido con un gran esfuerzo», subrayó el dirigente profesional, quien aseguró que ha habido comunidades en Córdoba que se han quedado sin recursos hídricos en agosto para realizar las tareas básicas del campo.

Parias reconoció la postura de la CHG a la hora de aprobar aportaciones de agua para el riego, pero lamentó la falta de comunicación del organismo regulador con los agricultores. Según indicó, el principal efecto de estas restricciones son producciones «desastrosas» en cultivos como los cítricos el algodón o el girasol, cuyas pérdidas ha sido de entre el 20 y el 50 por ciento. «Los productores están sufriendo una importante merma de sus ingresos, a lo que se suma que los costes de energía se han quintuplicado, mientras que los abonos se han encarecido un 90 por ciento y los fertilizantes un 40 por ciento», declaró.

El representante de Feragua alertó de que si continúa sin llover de manera suficiente en los próximos meses la próxima campaña será «dramática» de forma similar a lo que ocurrió en 1995, cuando «la sequía ocasionó ese año 5.000 millones de euros de daño a los agricultores».

Para paliar esta situación, este colectivo aboga por medidas inmediatas como bonificaciones fiscales y sociales, así como la posibilidad de establecer dos potencias eléctricas al año con el fin de reducir su factura energética. A largo plazo, reclaman por la construcción de los embalses previstos en las planificaciones hidrológicas, como es el caso del de San Calixto, y mayor agilidad administrativa para que los regantes puedan contar con balsas que les permitan guardar agua en invierno y así resistir mejor en los periodos de escasez de pluviometría.

La comunidad del Genil-Cabra es una de las más importantes de Andalucía al contar con unos 2.400 socios que trabajan unas 24.000 hectáreas repartidas en los municipios, de La Rambla, Santaella, Montalbán, Puente Genil y Montilla. Su presidente, Julio Valcuende, resaltó que «los agricultores hemos sacado la campaña a trancas y barrancas ante la situación precaria que hemos sufrido con las bajas dotaciones de agua para nuestros cultivos».

Este responsable apuntó que las previsiones para los próximos meses son «muy negativas» debido «a la situación climática que seguimos sufriendo con la falta de lluvias». «Nos duele el cuello de mirar al cielo a ver si de una vez por todas cae agua», sentenció Valcuende.