Curiosidades

¿Por qué la bandera de Córdoba tiene una noria en su escudo?

Este molino de agua cuenta con una amplia historia y tuvo un gran valor productivo en época medieval

El Ayuntamiento de Córdoba descarta restituir como oficial el escudo histórico de los leones y castillos

El Molino de la Albolafia se encuentra entre el Puente Romano y el Alcázar de los Reyes Cristianos Valerio merino

DANIEL ARAGÓN

Córdoba

El significado de la bandera de Córdoba es mucho más amplio del que se puede llegar a pensar. Más allá del color morado que sobresale, dentro del escudo de la ciudad, que aparece en su centro, se pueden ver multitud de elementos representativos de ... la capital, con son el Puente Romano sobre las aguas del Guadalquivir, con el fondo de las murallas y la torre de la Mezquita de Córdoba. Sin embargo, muchas personas no saben por qué aparece una noria en la parte frontal.

Este elemento se ha convertido siempre en tema de pregunta para los visitantes extranjeros e incluso de los vecinos cordobeses, ya que ven este molino de agua a orillas del Guadalquivir y no saben explicar por qué aparece en la bandera y escudo de Córdoba.

Esta representación hace referencia al Molino de la Albolafia, un sistema hidráulico medieval que se encuentra junto a otros restos en los conocidos Sotos de la Albolifa.

Una noria con mucha historia

Las norias de agua como la del escudo se implementaron en el periodo andalusí que vivió la península ibérica para su empleo en los campos agrícolas, en áreas poco productivas, lo que hizo que el paisaje rural que se conocía fuese cambiado de forma drástica.

El uso de estas norias permitió que el transcurso fluvial desde los pozos hasta los molinos y áreas irrigadas fuese mucho más eficiente. Para el sistema de recogida se utilizaban unos recipientes llamados cangilones que presentan esa imagen estrangulada tan peculiar que permite su estructura siga fija.

El origen de esta estructura aparece en diversos documentos medievales de finales del siglo VIII en los que se relata que la noria servía de método de regado para las huertas del Alcázar. Sin embargo, la reina Isabel la Católica ordenó su desmontaje en el 1492 por una razón muy curiosa: la soberana se encontraba en el Alcázar de los Reyes Cristianos tratándose de una enfermedad, pero el ruido que provocaba el eje la impedía descansar correctamente, por lo que esta noria sería desarmada para garantizar el bienestar de la reina.

La estructura del molino ha evolucionado a lo largo del tiempo con diversas adiciones de diferentes periodos. La parte más antigua se remonta a la utilización de fragmentos de un acueducto almohade, evidenciado por la presencia de un arco y el inicio de otro. Posteriormente, se incorporaron muros de sillería con una imposta durante la época andalusí, seguidos por la construcción de arquillos mudéjares en la era de Alfonso XI. A partir del siglo XVI, dejó de funcionar como sistema de riego para convertirse en un molino harinero y batán, siendo posteriormente adquirido por el Cabildo Catedralicio, quienes añadieron un tajamar cilíndrico y otras estructuras.

En 1855, el molino fue desamortizado y cambió de manos varias veces antes de ser embargado por el Estado en 1914. Finalmente, en 1965, fue cedido al Ayuntamiento de Córdoba. Pasarían 500 años hasta que el arquitecto Félix Hernández se encargaría de su reestructuración, culminándose en 1994 en la estampa de la que podemos disfrutar a día de hoy.

Aunque para muchos sean unos restos, los Sotos de la Albolafia son a día de hoy un terreno declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía, en el que se pueden encontrar multitud de especies vegetales y animales de la fauna acuática.

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