Pocas luces

El mismo día en que la Cumbre del Clima acordaba en Egipto limitar los gases de efecto invernadero, el ínclito regidor gallego encendió la ciudad ante 45.000 entusiastas negacionistas, 36 medios de comunicación internacionales y 90 periodistas. «¡Ya es Navidad en el planeta!», proclamó este simpático alcalde que ha convertido la hipérbole hortera en proyecto político. Y aquí lo tienen. Destejiendo en la esquina noroeste de España lo que otros tratan de tejer, a duras penas, en todo el globo terráqueo.

A su lado, el señor Bellido es un activista de pelo largo y trenca. El montaje navideño de la Calle Cruz Conde apenas tendrá 380 metros de largo, 14 de alto y 800.000 puntos de luz. Nada que ver con el alarde insuperable del campeón mundial de alumbrado público en tiempos de crisis. El encendido, además, se recortará en una hora diaria, en atención a las recomendaciones de austeridad energética dictadas por el Gobierno. No sabemos si del señor Sánchez o del señor Moreno Bonilla. Que averigüe usted las deliberaciones íntimas de un alcalde de provincias.

El señor Bellido es un regidor responsable. No cabe duda. Pero dentro de un orden. El pasado septiembre anunció que acataría las sugerencias de la Junta de Andalucía de no adelantar el encendido navideño antes del 8 de diciembre. «En ningún caso», informó el alcalde tajante. ¿Qué habrá pasado entretanto? No tenemos la menor idea. El próximo viernes, 2 de diciembre, 800.000 puntos alumbrarán el centro de Córdoba. Que aquí tenemos menos bombillas que el señor Caballero. Pero no tan pocas luces.