Alicia Giménez Bartlett, el juego intelectual y mental del crimen

«Ha sido un cambio general de época y es todo lo que comporta un cambio de tiempos en las personas. Petra ha cambiado, ha cambiado la sociedad. Cuando empezó, no había teléfonos móviles y era una España muy distinta en la posición de las mujeres. Los lectores supongo que también han cambiado. Pero siguen bastante fieles, y estoy encantada con eso», dijo este domingo a ABC la escritora, que presentó en la cita del bulevar 'La mujer fugitiva', la decimotercera novela protagonizada por Petra Delicado, y que ha publicado Destino.

La inspectora tiene que resolver en la novela el asesinato de uno de los propietarios de un 'food truck' sin que nadie haya visto ni escuchado nada. La única pista es la de una mujer que compró el día anterior una cantidad de comida inusualmente grande, y que resulta ser la jefa de una gran banda de narcotráfico.

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¿Imponen más las organizaciones criminales que quienes actúan solos? Para Alicia Giménez Bartlett, sí, dan más miedo, «porque además no se sabe muy bien por dónde actúan y cómo actúan». «Por más que muchas veces se capture a delincuentes de una organización, la Policía dice que esa misma organización puede seguir actuando, que las ramas no están estudiadas todas, ni averiguadas todas», resume.

Con todo, a la escritora le parece que el crimen individual tiene «mucho más morbo y mucha más curiosidad humana por sus motivos, sobre todos los pasionales». Es el elemento humano, aunque sea para el mal.

Alicia Giménez Bartlett concibe la novela negra como «un juego mental e intelectual con el lector». No son los casos de Petra Delicado los propios de «novelas sangrientas, que tienen esas descripciones tan naturalistas de torturas, de víctimas y de descripciones de cadáveres». Sí, algo tan «desagradable» como un asesinato tiene que entrar, pero más en la abstracción del enigma que se resuelve.

Y eso sin perjuicio de que el género policíaco también es para la escritora «el reflejo de un tiempo que se vive». Puede cambiar el tipo de delito, pero los móviles «son los mismos desde tiempo inmemorial: la venganza, el dinero, la pasión». Cambiarán los sistemas, y por eso le interesa ver ese cambio al menos en la forma. «Me gustan poco las novelas negras que se ambientan en el pasado, las histórico-negras, porque creo que la novela negra está explicada a pie de calle y tiene alguna idea de lo que pasa», resume.

En la literatura policíaca hay inspectores y detectives que investigan y son los que atraen al lector, pero también malos. En la vida real muchas veces fascinan y seducen, pero a ella le parecen «vulgares». No cree en la maldad humana ni en los malos químicamente puros, porque muchos llegan ahí por malos antecedentes familiares. Para ella ni abunda el asesino muy refinado, el psicópata culto, ni le parece que tengan mayor atractivo.

Los lectores de Alicia Giménez Bartlett le preguntaron este domingo por Petra Delicado, pero de vez en cuando tiene que salir de ella. No le ha ido mal: ganó el Planeta con 'Hombres desnudos' en 2015, y el Nadal en 2011 con 'Donde nadie te encuentre', que no están protagonizadas por Petra Delicado.

¡Ojo, spoiler! En 'La mujer fugitiva' la protagonista está en una tesitura especial que le hace plantearse cambiar de vida y hasta de profesión. «Alguna vez he pensado que podía ser la penúltima o última novela, y ya me llegan presiones para que no sea», dice. La receta es hacer «lo que apetezca» al escritor. Tiene que ser para el autor una prioridad que evite ceder «aunque se sienta presionado» por los lectores. Que ayer, en el acto de Alicia Giménez Bartlett en la Feria del Libro de Córdoba, no podían ser más que muchos.