Viajemos

Todo por el contribuyente, por el desahuciado, por los olvidados de la época negra del PP, alegan los beneficiarios de las dietas de la gira, porque hay dietas, claro, y gastos pagados. Un abrazo de la Colau es un abrazo de la Colau. Un beso de Carmena es un beso de Carmena. El Ayuntamiento de Tarrasa es un ejemplo de gestión sensata desconocido por el común de los mortales que hay que poner en valor, compañeros. Así que carretera y manta, o AVE. Ya veremos si en primera clase. Lo que el 24-M ha unido que no lo separe la escasez financiera de las arcas municipales. Si Nieto se iba a visitar las ciudades del esplendor del poder municipal del PP para que le ilustrasen sobre el hechizo de la Fórmula 1 o sobre la gestión de los espacios públicos en Vitoria, por citar dos ejemplos, los prebostes del bipartito se dedican ahora a rendir pleitesía a las vestales de la España que está por venir. Lo mejorcito de la gira es que a la comitiva se ha sumado, ufano y encantado de la vida, el tal Blázquez. Viajemos, se ha dicho. Ahí está en la foto que ha rodado por las redes sociales con su camiseta corporativa de la asociación de la que procede, a la izquierda de la regidora de la capital de Cataluña y junto a Rafael del Castilllo, el edil de Bienestar Social de Izquierda Unida.

Y los que se quedan en Córdoba mientras la avanzadilla del progreso se da una vuelta por el territorio de promisión nacido al calor de las últimas municipales pues están en lo que suelen estar, en las menudencias en las que tienen la costumbre de quemar sus energías, que parece que se les va la vida con sus empeños ridículos. El avión cultural, por citar el caso más reciente. Es probable que ésta sea la única ciudad del mundo que le haga monumentos a los proyectos fallidos. Para celebrar que no hay aeropuerto en condiciones un alcalde audaz decidió que lo mejor era plantar un DC-7 en el Balcón del Guadalquivir. El vuelo estaba gafado desde el principio: la Capitalidad entró en barrena pero la aeronave sigue allí. De sus usos culturales no hay noticia, a no ser que el movimiento okupa pueda considerarse un movimiento artístico en sí mismo. A lo mejor ésa era la cuestión y ahora empezamos a pillarla.